Parodias San Agustín 2°A ( Agosto, 2013) | Page 4

Un día decidió comerse a Ranzel, ya que los supermercados chinos estaban cerrados por una huelga de los trabajadores; ella quería cocinar a Ranzel dentro de un horno muy grande, traído desde China. Primero quiso meter a Pretzel dentro del horno para comprobar si funcionaba, y en ese caso, cocinaría y se comería a Ranzel Pretzel, al darse cuenta de lo pretendido, le tendió una trampa a la anciana para que primero ella se acercara al horno y cuando lo hizo, la empujaron y cerraron la puerta para evitar que escapara. Con la anciana ya muerta, tomaron todos los objetos de valor y se escaparon.

Al salir, se dieron cuenta de que habían estado dos semanas allí, y decidieron volver a lo de su padre. Buscaron el camino correcto para regresar, pero cuando parecía que no lo lograrían, divisaron a su padre a lo lejos buscandolos desesperadamente. Este les contó que su esposa había muerto días antes, y que eso lo hizo recapacitar y por eso los había venido a buscar. Luego regresaron a la casa, y nunca mas sufrieron hambre debido a que tenían todos los objetos de valor de la anciana, y vivieron felices para siempre.

LA LIEBRE Y SU VENGANZA

Todos los animales celebraban el triunfo de la tortuga. La liebre se avergonzaba de su frracaso frente al lento rival. Nadie se lo esperaba y todos pensarán que la liebre sería un mal perdedor.

Se dice que luego de los festejos por la victoria de la tortuga, la liebre hbía llamado al leñador, amigo de Caperucita Roja y le preguntó si quería visitarlo.Le respondió que con gusto lo haría y en un instante, el leñador sacó una ballesta semi-automática y en 10 minutos, ya estaba en la casa de la liebre. Ni bien tocó la puerta, la liebre abrió ñla puerta y le explicó su situación. Al enterarse que disparaba una red inteligente y atrapaba su presa a mas de 150 mts. de distancia, de su bolsillo y salió en busca de la tortuga. La encontró en el monumento a los leones, se acostó y jaló el gatillo. Al hacerlo no sucedió nada y entonces revisó el manual: las baterías no venían i ncluídas.

La liebre, mas que enojada con los resultados, secuestró a Caperucita y la arrojó a un barril de desechos radioactivos, que tenía n un tacho de basura. De allí salió Tacirupeca, una niñita mezcla Caperucita y papel higiénico.

La liebre le ordenó que destruya la casa de la tortuga, pero por no haber revisado el clima del día, la lluvia llegó y Tacirupeca se deshizo.

Para eliminar la evidencia y que el FBI no lo arreste por experimentacion ilegal con desechos radioactivos, la liebre llamó a Mickey Mouse y sus escobas para que lo ayude. Pero como nunca nada le sale bien a la liebre, las escobas inundaron su casa.

La liebre ya frustrada de que todo le salga mal, tuvo una pequeña idea: contratar un grupo de mineros, constructores, plomeros, arquitectos e incluso a los de " Extreme Makeover" para construir un túnel de 132 km de largo hasta la casa de la tortuga, con el propósito de sacar el agus de su casa y pasarla hacia la de la toruga.

El reptil llamó al seguro de casas para personajes de fábulas y por un error de cálculo le terminaron obsequiando 12 millones de dólares.

Con esos centavitos extra, la tortuga compró una mansión justo al lado de la casa de la liebre. Esta, envidiosa, entra a "MercadoLibre" y compró una bola de demolición para destruir la casona de su vecino. Pero para realizar la acción esperó hasta la mañana siguiente.

Hasta las 8:38 del otro día, el mamífero condujo la demoledora hacia la casa de su rival. Sin siquiera pensar si haabía alguien en la casa, la redujo a escombros. Emocionado por su triunfo, corre hacia la casa para ver el cadáver de la tortuga. Pero al pasar por la cuadra de Winnie Pooh, este le informó que la tortuga había asistido al fiuneral de Caperucita.

Ya furiosa por su último intento, corrió tan rápido a través del bosque que no vió el cartel de " temporada de liebres". En menos de 3 segundos, la liebre ya había sido atrapada por la red inteligente del leñador.

RICITOS DE BRONCE

Había una vez, una niña de 8 años llamada Ricitos de Bronce debido a sus rulos colorados. Una tarde de otoño, esta niña se encontraba paseando por el bosque, cuando de repente se encontró con una pequeña y misteriosa casa. Esta casa pertenecía a una familia de osos panda compuesta por el papá, Manuel Diego Armando; la mamá, Manuela Julia Yanina; y su pequeño hijo, Julián Alberto Román. Ella quiso conocerla y decidió entrar. Una vez adentro, se sorprendió de que no había nadie pero con la particularidad de que había un rico olor a sopa.

Luego tomó la decisión de degustarla. Comenzó con la del padre, la cual estaba tan caliente que se le quemaba la lengua. Después quiso probar la de la madre, la cual estaba tan fría que se le congelaba el cerebro. Finalmente, fue a por la del niño, la cual estaba perfecta, ni muy fría ni muy caliente. Pasado un tiempo, ella dispuso a buscar una silla ya que estaba con la panza llena y necesitaba un descanso, es así que subió al primer piso y encontró una habitación con tres sillas. La primera era del padre, la cual era muy dura; la segunda era de la madre, la cual era muy ancha; y la última era la del niño, la cual era una silla masajeadora de tecnología japonesa de última generación. Como no sabía como usarla, intentó prenderla pero no notó que la había roto. Por miedo a que la descubrieran, huyó a la otra habitación. Encontró tres camas allí: primero se acostó en la del padre, la cual era tan dura que sentía que se hundía. Finalmente, se acostó en la del hijo, la cual no tenía ningun desperfecto. Antes de dormirse, encontró en la mesita de luz una PlayStation Portátil, se quedó jugando hasta que se quedó dormida. Dos horas después, llegaron a la casa los tres osos. Entraron y encontraron el tazón de sopa del niño vacío y la silla masajeadora también rota. Ante esto empezaron a sospechar que alguien haía entrado a la casa. Luego, subieron al primer piso para ver si todavía estaba. Allí se encontraron con que sus camas estaban desordenadas y que en la cama del niño había una persona con imponentes rulos colorados, dormida. Al cabo de un rato, Ricitos despertó, y apenas los vió, agarró la consola de juegos y escapó por la ventana para poder escapar. Los osos quedaron inmóviles, sin poder reaccionar. Luego de tantas travesuras en el bosque, Ricitos regresó a su casa por el bosque. En el camino se encontró con una niña que llevaba una capa roja y estaba yendo alo de su abuela. La niñaa le advirtió que había un lobo feroz merodeando la zona, y Ricitos le contó sobre los osos. Ambas siguieron su trayectoria. Cuando Ricitos llegó a su casa, se encontrócon que su madre estaba chateando por Whatsapp con Manuela, la osa panda. Su castigo fue no poder ir a bailar a la noche.