Paradigmas Vol. 6, No. 1 | Page 62

Potenciar la utilidad de los métodos estadísticos en ningún sentido está demostrada en términos generales, como lo reconocen Glebbeek y Bax, pero ellos han demostrado que es una posibilidad ya que se aplica a este contexto de destino. El alcance del contexto de destino es una dificultad clave en esta y en la mayoría de las investigaciones empíricas en el campo de la administración. El problema con hacer que el contexto de destino sea muy amplio es que no es fácil obtener muestras razonables, y los factores contextuales específicos son susceptibles de sumarse a los factores de ruido, haciendo difícil obtener resultados claros. Por otro lado, si el contexto es demasiado estrecho, esto puede llevar a muchos a concluir que la investigación tiene poca relevancia. La noción de un contexto de destino se vuelve más sutil aún al tener en cuenta la dimensión del tiempo o cuando extendemos dicha idea para incluir lo posible. La mayoría de investigaciones sobre administración —y la de Glebbeek y Bax (2004) no es la excepción— tiene como su propósito final el mejorar algún aspecto de la administración a futuro. La meta de la investigación empírica es probar y comprobar lo que funciona y lo que no funciona. Así las cosas, imaginemos, en aras de la discusión, que teníamos un conjunto de datos similares provenientes de una muestra representativa de un contexto de destino más amplio: todas las grandes organizaciones en Europa durante los últimos diez años. Esta sin duda sería más útil que la muestra que hemos venido manejando; sin embargo, debemos recordar que el contexto podría cambiar en los próximos años, por lo que tendríamos que ser cautelosos al realizar una generalización hacia el futuro. La dificultad con casi cualquier contexto de destino para la investigación estadística en el área de la administración es que depende significativamente de factores contextuales que pueden cambiar en el futuro. Si bien quizás sea una meta loable el ampliar nuestras teorías para incorporar dichos factores contextuales, esto podría hacer que las teorías resultantes sean desordenadas y difíciles de manejar. ¿Será entonces que tal vez deberíamos tratar de centrarnos únicamente en las Paradigmas, ene.-jun., 2014, Vol. 6, No. 1, 37-73 | 63