Paradigmas Vol. 6, No. 1 | Page 47

Michael Wood en la práctica estas oportunidades rara vez se toman. Por tanto, uno de mis objetivos en este artículo es demostrar algunas de las posibilidades. Tabla 2. Intervalos de confianza para los modelos lineales (3 en el panel A de la tabla 2 en Glebbeek & Bax, 2004) Mejor estimación Impacto estimado del 1 % de aumento en la rotación de personal Impacto estimado del 1 % de aumento en el ausentismo Impacto estimado del aumento de un año de la edad promedio Diferencia estimada entre regiones vecinas (región 1 con el rendimiento más bajo) Estimación global de la exactitud de la precisión (R2 ajustado) Límite inferior Límite superior de 95 % del de 95 % del IC IC −1778 −3060 −495 −3389 −6767 −10 −731 −3716 2254 15 066 5607 24 525 12 %       Nota: IC = intervalo de confianza. El asunto de la facilidad de uso y comprensión por parte de los lectores es apenas un aspecto menor en el debate sobre los pros y los contras de los diferentes enfoques estadísticos. Otro asunto que merece ser mencionado aquí es el debate sobre el papel de las pruebas de significación de las hipótesis nulas (y los valores de p). Este es el método estándar utilizado en el área de la administración y en la mayoría de las ciencias sociales para responder a cuestionamientos sobre la confiabilidad con la que podemos hacer generalizaciones a partir de una muestra limitada de datos. Sin embargo, hay argumentos muy fuertes —presentados en numerosos libros y artículos en los últimos años— en contra del uso de estas pruebas en bastantes contextos (por ejemplo, Cohen, 1994; Gardner & Altman, 1986; Kirk, 1996; Lindsay, 1995; Morrison & Henkel, 1970; Nickerson, 2000), así como en favor de enfoques alternativos, tales como el uso de intervalos de confianza. Según Cohen (1994), “tras cuatro décadas de 48 | Paradigmas, ene.-jun., 2014, Vol. 6, No. 1, 37-73