Paradigmas Vol. 6, N. 2 | Page 91

Carlos Enrique Hernaíz, Mauricio Phélan & Jonathan Camacho En relación con el control de la corrupción Mediante los cálculos que ofrece el BM a través de los WGI y, específicamente, de su componente de control de la corrupción, se puede obtener un panorama de la percepción sobre del uso del poder para el beneficio personal. Los resultados de este indicador poseen un rango que va del -2.5 al 2.5, siendo el primero la peor valoración y el segundo la mejor en materia de control de la corrupción. Tomando los resultados que nos ofrece este índice para el 2012,14 encontramos que en Chile y 14 Es importante destacar que Uruguay se percibe que no hay muchos casos este indicador ofrece una serie temporal anual desde el en los que el poder se utilice para el benefi2002 al 2012. cio individual (con un puntaje de 1.56 y 1.32 respectivamente). Según el índice, estos dos países se destacan entre los de América Latina por ser los mejores percibidos en este sentido, seguidos por Costa Rica y Cuba, que son los únicos dos países restantes que se ubican en un rango positivo (0.58 y 0.3 respectivamente); el resto de los países se ubica por debajo de cero. Llama la atención el caso venezolano, no solo por ser el peor valorado del grupo de países seleccionados, sino porque, además, su valoración es muy alta: -1.24 (tabla 8). Por su parte, los datos que ofrece el Latinobarómetro sobre este tema nos muestran una percepción general bastante negativa acerca de los avances que se han alcanzado en el control de la corrupción, dado que todos los países acumulan entre el 45 y el 77 % de personas que califican los avances en poco o nada (el mejor califi 6F