Sobre las mediciones de corrupción
0,001 % de la población mundial, controlando así una tercera parte de toda
la riqueza mundial. La pregunta es por qué esa ingente suma de dólares se
encuentra en depósitos de paraísos fiscales. Una respuesta frecuente es por
la “seguridad” que ofrecen las leyes de esos países para la inversión; sin embargo, hay otra razón: por la garantía de anonimato y d iscreción sobre las
cifras que ofrecen dichos paraísos fiscales a los dueños de tales capitales y
que deben ocultarse porque su origen, en muchos casos, no se enmarca
dentro de procesos lícitos. Según un estudio de Henry (2012) hay dos países latinoamericanos que se encuentran entre las diez naciones con mayor
fuga de capitales: México y Venezuela.5 Estas fugas dan pie a la hipótesis de
que las transferencias no operan necesariamente sobre bases regionales o intra-nacionales; más bien, son los mercados financieros mayoristas globales los que han emergido como gigantes máquinas redistributivas que juegan un rol clave en la persistente y
creciente brecha entre ricos y pobres en todo el mundo. (Gaggero, Rua & Gaggero, 2013, p. 6)
Como sucede en muchos casos, la pobla5 Los otros países que integran
los diez países con mayoción más pobre es la más vulnerable ante esres fugas de capital son: Arabia Saudita, Malasia, Emiratas situaciones, dado que las élites adineradas
tos Árabes Unidos, Kuwait,
generalmente evaden sus obligaciones impoQatar, Nigeria, China, Rusia.
Para mayor información ver
sitivas, obteniendo beneficios y ventajas comHenry (2012).
petitivas. Además, el secreto bancario facilita
el blanqueo de dinero proveniente de la corrupción, de actividades ilegales, así como de otro tipo de delitos. Todo ello contribuye a aumentar
la desigualdad, afectar el empleo formal y golpear la producción de algunos países, especialmente los más pobres. En otros términos, la existencia de paraísos fiscales y la evasión de impuestos en regiones ricas y
pobres limitan la recaudación impositiva de recursos que podrían fortalecer oportunidades y libertades en los países. En definitiva, estamos en
una región con tres características nefastas: la desigualdad, la delincuencia y la corrupción. De estas, la corrupción tal vez sea la menos estudiada
Paradigmas, jul.-dic., 2014, Vol. 6, No. 2, 131-177
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