Paradigmas Vol. 5, No. 2 | Page 68

Rosa María Lince Campillo & Martha Singer Sochet la diferencia de cada ser (Beuchot, 2004, pp. 13-14). Por su parte, el diálogo es visto por Gadamer como arte-ciencia que ayuda al surgimiento de la verdad. En él se encuentra la verdadera interpretación, porque en cada intervención dialógica se va corrigiendo y perfilando el sentido (Beuchot, 2005, p. 94), sobre todo cuando se trabaja en grupo, en comunidad, estructurando la teoría y la práctica, teniendo aplicación en diversos campos y disciplinas, como en la filosofía de la ciencia. Por eso define al lenguaje en el diálogo como ámbito en el que la verdad emerge y concluye: no hay conocimiento sin interpretación. El lenguaje aparece con potencia propia de interpretación, como médium de la comprensión del sentido y mediación de la significación. Nuestra verdad siempre está en correlación con la comunidad de sujetos que la apalabra, y la hermenéutica abre una posición intermedia frente a realismos e idealismos (Garagalza, 1990, pp. 12-16). Nuestro contexto nos provee del marco conceptual desde el que interpretamos. Si bien la tradición constriñe, no limita para innovar; por eso no se tiene que romper con ella pues se puede concebir como una aportación a la tradición misma.6 Propone asimismo la analogía para tener una actitud crítica y creativa que requiere 6 Ver al respecto Beuchot el diálogo, cuyos límites están menos restringi(1995). dos que en la ciencia porque las posibilidades de interpretación son más amplias, pero no infinitas (Alcalá, 1999, pp. 39-50). Entonces, la hermenéutica analógica es una vía plausible para enfrentar el problema de la interpretación. Es un modelo pluralista en el que se consideran la diversidad y la identidad, pero sin olvidar el límite que evita que la diferencia disperse nuestra interpretación de modo incontrolable. La subjetividad se deja de lado, porque se invierte la relación entre el sujeto y sus productos. Las obras ya no se explican por el sujeto, sino que él se explica por ellas, perdiendo así su interioridad, su intimidad (Alcalá, 1999, pp. 53-55). 126 | Paradigmas, jul.-dic., 2013, Vol. 5, No. 2, 101-130