Paradigmas Vol. 5, No. 2 | Page 49

El diálogo: condición imprescindible de la democracia Es través del diálogo (como intercambio de sentido) que socializamos tanto los problemas de los que tomamos conciencia como las alternativas de solución que consideramos racionalmente, con el objetivo primordial de hacer posible la realización de todo tipo de actividades de manera libre y respetuosa. En este sentido, entenderemos como diálogo no solamente el intercambio oral, sino la interacción entre hombres, lo que permite que se pongan en contacto unos con otros a través de sus acciones. Es decir, debemos reconocer que nos comunicamos con actitudes, tradiciones, generando símbolos, intercambiando el significado de ellos, etcétera, y esto se constituye en acciones políticas porque se refiere a las relaciones que establecemos en el espacio de lo que compartimos: lo público, lo que es de nosotros, lo que nos pertenece por igual, independientemente de las intenciones de cada uno de los actores. De este modo, el actuar político es la construcción constante de una polis, o una ciudad entendida como la comunidad que está intrínsecamente ligada a la búsqueda del mayor bien para todos (no solo para la mayoría, dejando de lado a una minoría), que permite vivir sin conflicto a sus integrantes porque es equitativa. ¿Qué es y cómo se efectúa el diálogo político? Antes que nada, debemos considerar que la función del lenguaje consiste en expresar conceptos y juicios, los cuales una vez enunciados, se separan de nosotros y pertenecen a los que escuchan desde su contexto, compartiéndolos sin que exista necesariamente coincidencia con los suyos y quedando sujetos a la actividad de la interpretación para decidir el sentido de las acciones a realizar. Paradigmas, jul.-dic., 2013, Vol. 5, No. 2, 101-130 | 107