Rosa María Lince Campillo & Martha Singer Sochet
se enemistan entre sí constantemente, porque quieren hacer prevalecer
su interés personal sobre el de los demás, lo que según Schmitt (2009)
determina un tipo de conducta: que las personas se agrupen en bandos
que distinguen entre nosotros (amigos) y los otros (enemigos). Schmitt
también afirma que el objetivo del “Estado (…) es instaurar la paz en su
interior y descartar la hostilidad” (p. 40), lo que puede conseguirse mediante el establecimiento de un diálogo que fomente la unidad política
y conduzca al acuerdo.
Comunidad como unidad de intereses,
o intereses que se comparten
Según Schmitt (2009), el paso de una sociedad a una comunidad es
el proceso de identificación de lo común para perseguir una unidad de
intereses (p. 74). Ahora bien, el espacio donde se efectúa el diálogo se
considera público porque en él es posible intercambiar ideas y propuestas de acción, dirigidas a la generación de satisfactores a las necesidades comunes que se deben suplir para gozar de una determinada forma
de existencia que se considere como vida digna o buen vivir, y no como
mera supervivencia.
Así, lo público se entiende como un acto de apertura hacia lo que nos
es común, el espacio en el que cualquier miembro puede expresarse para
lograr la interlocución y escuchar lo que otro dice, tomando conciencia
de que también le concierne y le afecta en tanto se reconoce como miembro de esa unidad. Por tanto, lo político, más que referirse únicamente a
lo que es público, es una cuestión de reconocimiento; la instauración de
un espacio de interlocución entre nosotros y los otros para decidir acerca de lo que se tiene en común.
106 | Paradigmas, jul.-dic., 2013, Vol. 5, No. 2, 101-130