El diálogo: condición imprescindible de la democracia
Introducción
E
n este trabajo se busca reflexionar acerca de la importancia que
tiene el ejercicio de la acción dialógica en la construcción de espacios democráticos, así como la dificultad que esto implica.
En primer lugar, consideramos que la política se caracteriza por ser
una actividad exclusivamente humana, que se efectúa por medio de razonamientos y cálculos que llevan a la toma de decisiones. Cuando se
desarrolla en un contexto democrático, entre otras cosas, se propone
construir un espacio común por medio del ejercicio del diálogo (como
intercambio de concepciones y posiciones frente a una determinada situación), lo que necesariamente conlleva el reconocimiento de los otros
y la búsqueda del mutuo entendimiento; lo anterior requiere el respeto a
las diferencias personales y hacia los demás. De esta manera, y siendo la
política la actividad mediante la cual se diseña y construye el sujeto social, no puede entendérsela únicamente como el manejo o reducción del
conflicto entre diferentes.
En este sentido, definimos a la política como el arte de generar y mantener (mediante normas de conducta que promuevan la civilidad) el espacio (que no es única y exclusivamente geográfico) donde puedan ser
discutidas libre y abiertamente las cuestiones que afectan al interés público.
Para lograr esa posibilidad de diálogo es necesario producir los conductos e instrumentos que fomenten igualdad de oportunidades de inclusión y participación. Por lo anterior, la política debe ir más allá del
Paradigmas, jul.-dic., 2013, Vol. 5, No. 2, 101-130
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