Cazau
1995). Así las cosas, un problema típico del primer caso consistiría en la comparación de las ventajas y las desventajas de un procedimiento inductivo y un procedimiento hipotético-deductivo; mientras que un ejemplo de problema en el segundo caso es analizar qué tipo de diseño experimental podría resultar más eficaz cuando se trata de investigar qué factores ambientales influyen sobre el aprendizaje de los escolares( lo cual es mucho más concreto y práctico frente a la opción anterior).
Algunas opiniones actuales sobre las relaciones entre epistemología y metodología de la investigación
En el currículum universitario la epistemología y la metodología presentan diversos grados de disociación. En un caso extremo pueden aparecer incluidas dentro de una misma asignatura y, en el otro, pueden ser presentadas como asignaturas diferentes. Un ejemplo del primer caso es el de cierto programa de Metodología de la Investigación de una carrera de la Universidad de Buenos Aires que dedica una de sus unidades temáticas a la epistemología( Lores Arnaiz, 1997). Por su parte, como ejemplo del segundo caso está el plan de estudios vigente hasta no hace mucho tiempo para la carrera de Psicología de la Universidad de Belgrano( Buenos Aires), donde, por un lado, figuraban asignaturas como Metodología de las Ciencias y Metodología de la Investigación Psicológica y, por el otro – e incluso con tres años académicos de diferencia – otra materia con el título de Epistemología de la Psicología Clínica.
Con los libros de texto sucede algo similar, ya que pueden ser clasificados en tres tipos: a) aquellos que hablan exclusivamente de cuestiones metodológicas y que, por lo demás, suelen estar centrados en la metodología de determinadas disciplinas( psicología, educación, economía, etc.); b) aquellos que se centran en el tema de la epistemología( Bunge, 1980); y c) aquellos otros que, tal vez motivados por un afán totalizador, intentan incluir – cuando no sintetizar – ambas disciplinas. Dentro de esta última posibilidad podemos mencionar ciertos textos de Samaja( 1994), Klimovsky( 1994) y Bunge( 1969), por citar algunos autores argentinos. Examinemos brevemente estos puntos de vista.
122 | ������������jul.-dic., 2011, Vol. 3, No. 2, 109-126