Paradigmas Vol. 3, No. 1 | Page 58

Steneck
Responsabilidad 4. Las universidades deberían evaluar su propia conducta en la promoción de la investigación.
La forma más común de promover los estándares éticos para una conducta apropiada en la investigación es gracias al ejemplo que los tutores les den a sus alumnos. Sin embargo, esta acción puede ir mucho más allá de las relaciones de tutoría uno a uno ya que incluso las mismas universidades también pueden fomentar altos estándares éticos por medio del ejemplo.
Las políticas y prácticas de investigación influencian los ambientes de investigación. Por ejemplo, las prácticas de promoción pueden disminuir o aumentar la presión que existe para publicar; el sistema de financiación puede aliviar o agravar la necesidad de conseguir apoyo externo; algunas prácticas sutiles pueden afectar la competitividad o la cooperación, tales como la asignación de espacios de investigación proporcionales a la cantidad de financiación externa que se consigue; los servicios ofrecidos a los estudiantes y los docentes se pueden tomar en serio o ignorarse. Por lo tanto, hay formas obvias y sutiles en que las universidades fijan el tono y las expectativas de sus programas de investigación. Pueden fomentar la integridad asegurando que sus políticas y prácticas sean consistentes con altos estándares de integridad.

Conclusión

Si bien es cierto que muy posiblemente los investigadores logran satisfacción personal por hacer su trabajo, hoy en día la investigación es un asunto público y no privado. El público invierte grandes sumas en ella y tiene un interés particular en sus resultados. Las universidades ocupan un lugar privilegiado en los ámbitos de la investigación y gozan de una libertad académica relativamente sin restricciones. Sin embargo, son éstas mismas las que, a cambio de ello, deben asumir de manera agresiva la responsabilidad de garantizar que no se quiebre la confianza pública si toleran las conductas éticas inapropiadas. Pronunciarse de manera agresiva y decidida sobre incorrecciones ocurridas dentro de las investigaciones contribuirá a restaurar la confianza pública en la investigación universitaria. Tomar una posición firme sobre la mala conducta también contribuirá a garantizar que los recursos destinados a la investigación se inviertan realmente en ella y no en

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