Paradigmas Educativos volumen 1. Febrero de 2014 | Page 6

El ser excelente: de la lectura a la administración de Centros Educativos Por: Lic. Aarón Castillo Navarro El ser excelente, una utopía, un ser humano perfecto que aprueba todos y cada uno de los altos estándares de calidad a los cuales se les somete. El ser excelente estaría en el top on the line de cualquier lista de productos y en el mercado bursátil, su tasación dependería más del capricho que de la oferta y la demanda, ¿no es acaso cierto que existen artículos (sean lo que sea) que su precio está más en función de la excentricidad del dueño y del comprante, que en el valor material del mismo producto? Por ejemplo, En 1937, todo mundo quería tener en su garaje un ejemplar del automóvil deportivo Alfa Romeo 8C 2900, pues resultaba mucho más ligero y efectivo que el resto de los existentes en el mercado. Sólo se construyeron un poco más de una treintena de estos, los cuales fueron ensamblados a mano en un taller en Milán. Primero fue creado para competencias, posteriormente se lanzaron otros para que cualquier persona pudiera circular en uno de ellos por la carretera. En 1992, se subastó uno de los modelos existentes en un poco más de cuatro millones de dólares. ¿Qué se pagó aquí? ¿Historia, calidad, lujo, excentricidad? ¿O una mezcla de todo esto? Cualquiera que sea el caso o el motivo, nos pone ante el hecho de que muchas artículos tienen un precio más allá del costo material del mismo, ya que involucra otros componentes que se escapan de la cotización formal o corriente.