Pamela Anderson y Julian Assange Es la Historia de un Amor | Page 20
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probado; en todo caso, no hubo violencia evidente. Ante la corte, el fiscal
solo podría haber contrapuesto la palabra de uno a la palabra de la otra.
También en la serie de instancias judiciales que Assange recorrió para
evitar su extradición a Suecia, hasta llegar a la Corte Suprema en Londres,
quedó en evidencia cuán poco sólidas eran las acusaciones en su contra.
No obstante, los jueces británicos se remitieron a la independencia de sus
colegas suecos. Además, formalmente estaba en vigor la orden
internacional de captura. Assange eludió finalmente la extradición
refugiándose en la embajada de Ecuador en Londres. Desde hace años
permanece allí, virtualmente preso, esperando una solución política de su
caso.
Ahora Suecia ha puesto fin a la investigación. Solo en noviembre de 2016 -
siete años tras el comienzo del drama en torno a Assange-, la Fiscalía
sueca se decidió a ordenar que se interrogara al inculpado. Algo que,
como cabía esperar, tampoco hizo avanzar la investigación.
La historia continúa
Pese a todo, no se abre ahora la puerta de ese poco llamativo edificio de la
Hans Street en Londres, donde una vez más los periodistas esperan
noticias. Porque la policía británica declaró que si Julian Assange pone un
pie en la calle, será detenido. ¿Por haber violado las reglas de la libertad
condicional o porque no se ha levantado la orden internacional de
captura? Las explicaciones no son del todo claras, pero la intención
parece evidente: por motivos inexplicados, las autoridades no quieren
dejar partir a Assange.
No hay que ser adepto a las teorías de la conspiración para sospechar que
están en juego poderes oscuros. Porque Assange en verdad tiene algo que
temer del nuevo gobierno de Washington. Republicanos de alto rango ya
han demandado que se lo meta a la cárcel. Y una vez más circula el rumor
de que se prepara una acusación contra el australiano. El gobierno