Pamela Anderson y Julian Assange Es la Historia de un Amor | Page 19

19 Julian Assange, un perseguido político -Opinión- Por Barbara Wesel Suecia cerró la investigación contra Julian Assange, pero los británicos siguen empeñados en arrestarlo. El tira y afloja en torno al fundador de Wikileaks perjudica al estado de derecho, opina Barbara Wesel. Julian Assange es un egocéntrico antipático, no hay vuelta que darle. Hace años ya que sobreexigió la paciencia de sus simpatizantes británicos. Y desde que se sospecha que estuvo tras la publicación de los mails privados de Hillary Clinton, que quizás le hayan costado el triunfo electoral, su fama de héroe de la transparencia en la red se arruinó. Algunos de sus críticos ven a Assange como amigo de Putin y como alguien que apoya a Trump. El australiano siempre ha refutado esos reproches, pero no ha podido desembarazarse por completo de las sospechas. Pero todo eso no tiene nada que ver con el fondo del asunto. Los fundamentos del derecho De lo que se trata es de nuestros propios principios en materia de derecho. Porque la forma en que se ha tratado a Julian Assange ya solo se puede catalogar de persecución política. Desde el comienzo estaba claro que el proceso sueco de investigación en su contra era un asunto dudoso. Se le acusó de violar y acosar sexualmente a dos mujeres que se habían metido en la cama con él voluntariamente. Lo que ocurrió después en la privacidad de los muros de las correspondientes alcobas no puede ser