Cailleach, también conocida como Cailleach Bhéara, Cailleach Béirre, Cailleach Beara, Cailleach Bheur y varias versiones más, es una diosa pre-celta a la que encontramos sobre todo en la tradición de Escocia, Gales e Irlanda. Cuando los celtas llegaron a aquellas tierras, Cailleach ya era conocida y venerada desde tiempos inmemoriales por sus ancestrales habitantes.
Su nombre, Cailleach, significa“ la anciana”, o“ la vieja” en gaélico actual y tiene su origen en“ caillech”, que se traduce como“ velo” o“ capa” en gaélico antiguo.“ Cailleach” vendría a ser, literalmente,“ la anciana velada” o“ la anciana que lleva capa”.
La diosa Cailleach es una especie de misterio perdido en el origen de los tiempos; una divinidad que sobrevivió eones después de que su extinguiese su culto. Es tremendamente antigua, tan antigua que prácticamente no sabemos nada sobre su origen y sus ritos ancestrales. La podemos rastrear a través del folclore, mediante enigmáticos versos e historias transmitidas desde generaciones, y también a través de los nombres de lugares, paisajes y monumentos históricos. A partir de estos vestigios, podemos reconstruir algo de la poderosa figura original de la antigüedad.
Aun así, en la actualidad no es posible hacerse una idea de cuánto tiempo fue adorada, o por quién. Los celtas llegaron a las tierras de Cailleach hace unos 2000 años, trayendo su propio panteón de dioses y diosas. Los recién llegados reconocieron en Cailleach a un ser ya antiguo; como dice un famoso poema irlandés: " Hay tres grandes edades; la edad del tejo, la edad del águila, la edad de Cailleach”. Precisamente por eso, es imposible saber qué significaba esta diosa para sus adoradores originales. además de la Cailleach Béirre y la Cailleach Beara de las diferentes regiones de Irlanda y Gales.
Esta divinidad aparece en una gran variedad de leyendas en toda la vertiente más atlántica de las Islas Británicas, lo que nos indica su origen antiguo y pre-celta. Ella representa el poder del frío, la oscuridad, el invierno y la fuerza activa de la vieja diosa en la cultura celta. Tuvo un culto muy difundido desde tiempos muy remotos, del cual existen referencias de escritores irlandeses, galeses, ingleses y escoceses. Estos últimos la llaman“ hija de Grianan, el pequeño sol”, que en el calendario celta reinaba desde Samhain, cuando comienza la estación oscura, hasta la víspera de Beltane, inicio del verano pastoral, cuando era reemplazado por“ Urrgach, el gran sol”, y que a su vez regía desde Beltane hasta la víspera de Samhain.
Durante los días de Samhain, Cailleach recorre sus dominios tocando los prados, plantas y árboles con una rama muerta de roble para marchitar las hojas y destruir la vegetación, congelando a su paso los ríos y estanques. Luego, con su cayado, golpea el suelo para llamar al invierno y enfriar la tierra, trayendo las nieves y heladas.
Cailleach debió de haber sido muy importante, ya que no desapareció, como innumerables otras divinidades de la antigüedad. Ni las sucesivas invasiones por otras culturas ni el auge del cristianismo pudieron borrar la leyenda de Cailleach de la memoria colectiva de las tribus paganas originarias. Y aunque no sepamos mucho sobre Cailleach, ella sigue viva y está muy presente en el imaginario colectivo de las tierras que una vez se dedicaron a su culto. A fin de cuentas, es la responsable de la creación de los montes, las colinas y las montañas que se elevan en el paisaje escocés e irlandés. En sus largas caminatas, trasladaba gigantescas piedras en los bolsillos y pliegues de su capa gris. En ocasiones, se le caían o ella misma las dejaba en algún lugar, creando o destruyendo así montañas y valles o modificando el curso de los ríos.
Efectivamente, esta diosa está presente en diversas zonas: reina sobre las Highlands de Escocia con el nombre de Cailleach Bheur y su dominio abarca desde la región que hoy se conoce como los Cairngorms, pasando por las costas del norte hasta las Islas Hébridas. En el Ulster, es denominada Cally Berry y se representa como una divinidad destructiva. Se la relaciona también con la Cailleach ny gromagh-lóbrega anciana- de las Lowlands,
Se dice que cuando Cailleach lava su manto gris, a finales del verano, en el remolino de Coire Bhreacain situado en el Golfo de Corryvreckan, una zona de peligrosas corrientes marinas, se desata una enorme tempestad que se escucha con tres días de antelación en las Tierras Altas. Cuando su capa está limpia, se vuelve de un color blanco purísimo, que representa la nieve. Por esta razón, también es conocida como la señora de las tormentas y las nevadas, la deidad cósmica que controla el clima, dueña de los vientos y del trueno.
Cailleach merodea por los valles de las Highlands durante el reinado del“ pequeño sol“ y la noche anterior a Beltane esconde su cayado bajo un acebo, alrededor del cual nunca más crecerá hierba, y se transforma voluntariamente en una roca gris cuando llega el fin del invierno y se da paso al“ gran sol”, motivo por el cual muchos menhires se consagraron a su culto. Gobierna la mitad oscura del año; sin embargo, los meses en los que se
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