Outlander Magazine Número 6 (enero 2018) | Page 39
rodar con los dobles de Balfe y Heughan en un enorme tanque
en el exterior de los estudios (equivalente a unas 6 piscinas olím-
picas, más o menos), con el productor David Brown pendiente
del proceso. El tanque tiene dos profundidades - 4 pies en los
bordes, y una sección más profunda en el centro, de unos 20
pies. El agua se calienta de forma que sea agradable para los
actores a pesar del tiempo invernal - un proceso que esta vez ha
costado 24 horas y unas dos toneladas de parafina.
Para crear el efecto de Claire siendo arrastrada hacia el fondo
por las cuerdas, Brown explica que las velas y aparejos tienen
que estar fijados en el fondo del tanque, con técnicos de cámara
buzos (el “equipo rana”) listos para captar esa ilusión. Mientras
se rueda bajo el agua, los especialistas se moverán en la super-
ficie sobre motos acuáticas, para simular la perturbación del agua
causada por una tormenta, y una enorme grúa está lista para
dejar caer una sección del mástil del Artemis (una vez que los do-
bles están a salvo fuera del agua), para que se pueda filmar como
se hunde. “Seguramente nos pasemos toda la tarde rodando esa
parte, y probablemente lo logremos en 5 segundos,” admite
Brown.
Varios meses después, de vuelta en Los Ángeles, Roberts ex-
plica el proceso de rodar a Balfe hundiéndose, que resulta ser
uno de los trucos de cámara más básicos.
“La mayor parte del tiempo, cuando les ves hundirse, realmente
están inmóviles y es la cámara la que se desplaza,” dice. “Y
cuando suben, lo que ves es la cámara que baja, y parece que
ellos están flotando hacia la superficie.”
Después de pasar por un curso de buceo, Balfe y Heughan
utilizaron rebreathers (recicladores de aire) durante el rodaje,
para suministrarles oxígeno cuando lo necesitaban, y con un bu-
ceador nadando cerca, justo fuera del alcance de la cámara.
Esa escena también necesitó sutiles retoques digitales, puesto