Outlander Magazine Número 3 (Julio 2017) | Page 29

de venganza que por los inte- su ciente: Eduardo siempre reses comerciales y económi- encontró can- timer, que acabó siendo el cos de su amada Inglaterra. didatos masculinos con los amante de la reina Isabel. Fue Por ello, luchó contra Roberto I que llevar una vida al mar- a partir de aquí cuando empe- de Escocia, dirigiéndose hacia gen del matrimonio. Por todo zaron a llamarla La Loba de el norte, pero pronto cayó en- ello, Isabel no vio más sali- Francia (Louve de France). fermo y murió antes de poder da que huir de Inglaterra a llegar a entrar al país enemigo. Francia, bajo la protección A pesar de los rumores y Su odio hacia su verde vecino de su hermano mayor Carlos cotilleos sobre amantes, in- del norte fue tal que las ideas IV, tercer hijo de Felipe IV El de venganza le Hermoso pues sus herma- tos; aquí se estaba cociendo nos, Luis X y Felipe V, murie- algo mucho más importante. acompaña- ron hasta su lecho de muerte. abundantes ron sin descendencia alguna. Eduardo tenía mejores cosas que hacer, como serle in el a su recién estrenada esposa se habían refugiado también que expusieron en el puente Tras la muerte de Eduardo I, ser perseguidos por Eduar- de Londres como advertencia. le sucedió su hijo y heredero do I de Inglaterra. Entre ellos la Corona de Inglaterra y de- capitado, dividiendo su cuer- A su llegada a la corte fran- cesa, Isabel se encontró con algunos nobles ingleses que en la corte de Carlos IV al po después en cuatro partes se encontraba Roger Mor- delidades y enamoramien- El pueblo empieza a creerse que realmen- te sobre la monarquía existía una maldición: la Maldición Templaria En 1328, Carlos IV muere, Eduardo II, al cual encomendó Sin embargo, y como ya sabe- la tarea de continuar con esta mos, la rivalidad entre Escocia venganza y conseguir Escocia e Inglaterra no terminó aquí. para la Corona británica. A pe- Escocia siguió combatiendo sar de su desastroso reinado, el poder inglés mientras que uno de los capítulos importan- los reyes de la Casa de Bru- tes en éste fue su matrimonio ce siguieron en el trono. La con Isabel, hija de Felipe IV El muerte de William Wallace Hermoso de Francia y de Jua- no hizo más que avivar la lla- na I de Navarra. Entre Isabel ma de la rebelión y el patrio- y Eduardo las cosas nunca tismo de los grandes señores fueron demasiado bien. A su escoceses, que apoyaron la llegada a la corte inglesa, Isa- candidatura de Roberto de bel fue halagada por su belle- la Casa de Bruce para ser el za, sin embargo, Eduardo te- nuevo rey, el líder de la lucha nía mejores cosas que hacer, contra los ingleses y de la li- como serle in el a su recién bertad de Escocia. Eduardo I, estrenada esposa con Piers al enterarse del nuevo intento Gaveston, I Duque de Cornua- de los escoceses por seguir lles. Tras las incesantes mues- peleando, decidió cargar con- tras de in delidad por parte del tra ellos y toda Escocia, país rey británico, Isabel consiguió que detestaba; mirando más que ejecutaran al amante de por su propio orgullo y su marido, pero esto no fue sed Retrato del rey Eduardo III de Inglaterra / Wikipedia Felipe V 1316 Felipe IV El Hermoso 1285 Luis X 1314 Felipe VI 1328 Carlos IV 1322 OUTLANDER MAGAZINE 29