Outlander Magazine Número 1 (marzo 2017) | Page 20

Cuando Ron D. Moore, el produc- tor y máximo responsable de “Outlander”, comenzó los prepa- rativos para la filmación de la serie, sabía que uno de los temas que tenía que tocar y estudiar era el referido a la música, a la banda sonora de su nuevo y ambicioso proyecto. Por ello, cuando llegó el mo- mento, Moore se puso en con- tacto con Bear McCreary, afamado compositor con el que ya había trabajado y le ofreció el reto de crear la música perfecta para las desventuras de los per- sonajes de Diana Gabaldon. McCreary aceptó enseguida la propuesta ya que curiosamente era un gran aficionado a la histo- ria jacobita. Sin pensarselo dos veces, el mú- sico envio a Moore una copia de una canción que le encantaba y que creía que podía convertirse en el tema principal de la serie. Cuando Ron lo escuchó quedó encantado con la idea. Se trataba de “The Skye Boat Song”, una canción popular escocesa en la que se narraba la huída del prin- cipe Carlos tras salir derrotado de la batalla de Culloden. Bear decidió eliminar la letra de la canción y dejarla de forma instru- mental, pero entonces se topó con el poema de Robert Louis Stevenson y pensó que la historia de ese poema era perfecto y muy apropiado para el argumento de la serie. McCreary realizó unas leves mo- dificaciones en la letra y pidió a su mujer, Raya Yarbrough, si podía entonarlo para ver el resultado.Lo que no se imaginaba la pareja es que al final la cantante sería la voz principal de la música de “Outlander”. McCreary creó todo un universo musical que encajaba perfecta- mente en cada episodio de la serie. Las notas musicales des- bordaban pasión por los cuatro costados. Pero a diferencia de la mayoría de las series de televisión con unasintonía de cabecera fija, “Outlander” ha variado su tema principal siempre que la historia a contar lo requería. En la segunda temporada, hay una estrofa que está cantada en francés por Yar- brough, acompañada de instru- mentación barroca. McCreary inicialmente creó una versión completamente francesa y utilizó arreglos musicales de origen fran- cés. Tanto el estudio como la ca- dena pensaron que era un cambio muy extremo ya que pa- recería de inicio una serie de tele- visión diferente. Así que el compositor modificó de nuevo el tema con una interesante combi- nación de los dos idiomas, es decir, la mayoría de la letra sigue en inglés y el clímax está en francés. Tiene una instrumenta- ción barroca francesa, pero tam- bién ciertas notas escocesas que hacen de esta versión una verda- dera obra de arte. Un tercer cambio en la música de la serie llegó con el episodio 8 de la segunda temporada, donde se inculye a la canción una instru- mentación militar a modo de pre- paración para Prestonpans y Culloden. Con esta nueva versión se intuye un ambiente de guerra en el horizonte. McCreary considera que la melo- día es la herramienta más impor- tante en un proceso creativo. Utiliza la música para comunicar el personaje con el periodo de tiempo en el que se desarrolla la historia y la ubicación al mismo tiempo. La jornada de trabajo para Bear McCreary comienza visualizando el episodio de “Outlander” al que debe de poner música. La idea es, tras ver las escenas, valorar las sensaciones que le han transmitido y a partir de ahí, crear esa partitura musical que dotará al episodio de esa dosis de misti- cismo y belleza que rodea cada fotograma. Para él, crear el ambiente musical de “Outlander” es como un sueño hecho realidad ya que, curiosa- mente, preparó su tesis de la USC Thornton School of Music sobre la música de la era jacobita del siglo XVIII. Sin saberlo se es- taba preparando desde hace años para este trabajo.