El gaélico o Gàidhlig es la melódica lengua de exóticos sonidos, repleta de consonantes guturales que usan los Highlanders que
Claire se encuentra cuando viaja en el tiempo hasta la Escocia del siglo XVIII.
El gaélico llegó a Escocia alrededor del siglo V; tribus de colonos celtas que provenían del norte de Irlanda se asentaron en la
costa occidental. Estos colonos hablaban una variedad del irlandés antiguo que sustituyó a la antigua lengua de los pictos que
se hablaba en la zona.
Sin embargo, desde el reinado de Malcolm Canmore (1059-1086),
el gaélico pierde su preeminencia, primero en la corte, luego entre
la aristocracia en favor del francés normando y luego en las Tierras
bajas por el establecimiento de poblaciones de habla inglesa en el
este y el centro de Escocia, en favor del inglés o del escocés. Alre-
dedor del 1500, durante el reinado de Jacobo IV, se crearon en las
islas Hébridas las cortes locales y las escuelas de bardos, que fue-
ron cuna del Sistema de Clanes de las Tierras Altas y un refugio
para la cultura y el idioma gaélico, fuertemente reprimido durante
siglos. A finales del siglo XVIII, durante las tristemente famosas
“Highland Clearances” (en gaélico escocés Fuadaich nan Gàidheal,
que se podría traducir al español como “la expulsión de las Tierras
Altas”), en las que la población fue desplazada a la fuerza de la re-
gión de las Highland tras los turbulentos levantamientos jacobitas,
el gaélico fue objeto de una enorme represión. Se desarmaron los
clanes y prohibieron la vestimenta y la música de las Tierras Altas.
En el siglo XIX fue la tercera lengua en importancia en Canadá, tras el francés y el inglés, siendo hablada en ese tiempo en
Alberta y Manitoba por inmigrantes escoceses. Durante el siglo XIX se producen una serie de vigorosos llamamientos para que
el gaélico tuviera un lugar en la vida pública y en la educación, teniendo esta lengua un papel determinante en la vida religiosa
y en los avivamientos espirituales en las Tierras Altas. De hecho el gaélico será asociado con una cultura religiosa, lectura de la
Biblia, adoración familiar y cántico de salmos metrificados.
El gaélico escocés se escribe sólo con 18 letras: a, b, c, d, e, f, g, h, i, l, m, n, o, p, r, s, t, u
“
”
Tiene dos géneros, masculino y femenino y dos números, singular y plural. El orden de la frase es verbo, sujeto y objeto.
El gaélico, aunque amenazado, sigue siendo la lengua que se usa en algunos lugares de Escocia. Esto se debe también a los
relatos de tradición oral que ha ido pasando de generación en generación y al incipiente interés que se ha creado a su alrededor,
como manifiesta el reciente y espectacular éxito de la serie televisiva “Outlander”.
VOTOS DE SANGRE
Durante la ceremonia de la boda de Jamie y Claire se
lleva a cabo el ritual ancestral celta de los votos de
sangre. Después de la ceremonia católica, Dougal
toma la daga de Jamie y realiza un corte en la muñeca
de ambos novios y une las heridas simbolizando la
unión de la sangre de ambos, la unión de las dos per-
sonas en una sola.
Eres sangre de mi sangre y huesos de mis huesos.
Te doy mi cuerpo para que los dos seamos uno.
Te doy mi espíritu hasta que termine nuestra vida.
— Jamie Fraser, Outlander.
En los antecedentes históricos, poco aparece sobre los
votos de sangre propiamente dichos. Sí se habla de la
unión de manos o "Handfasting" en inglés, y que pro-
viene del rito del matrimonio en el que los contrayen-
tes, mientras se miran a los ojos el uno al otro, toman
sus manos derecha e izquierda formando el símbolo
del infinito mientras que la cuerda o lazo de unión de
manos se ata alrededor de sus manos en un nudo.
En la actualidad hay muchas bodas escocesas en las
que se mantiene el ritual de la unión de manos, aunque
no los votos de sangre.
En 1988 en la Reunión de Surrey, Diana Gabaldon ad-
mitió que ella misma inventó los votos de sangre pro-
nunciados por Jamie y Claire.
40 OUTLANDER MAGAZINE
Contrato de matrimonio de Claire y Jamie.