Terapia celular.
Otra alternativa que se está desarrollando es una forma de implantar nuevas neuronas dopaminérgicas. Esto se hace a partir de células madre a las que se les induce su conversión en neuronas. Una vez logrado esto, se realiza el trasplante. Este tipo de terapias todavía están en proceso, pero se han realizado trasplantes exitosos a ratones, ratas e incluso a monos (Kriks, et al., 2011). Estos avances son cada vez más próximos a ser utilizados en humanos donde a partir de células de piel se obtienen las neuronas dopaminérgicas (Barker, Parmar, Studer, Takahashi, 2017).
Otra técnica que precede incluso el uso de levodpa es la estimulación cerebral profunda (Hariz, 2012). Esta terapia involucra la implantación de un par de electrodos, uno de cada lado del cerebro, cuya función es mandar las señales eléctricas que las neuronas dopaminérgicas no pueden mandar. De esta forma, se inhiben los síntomas motores (Karimi et al.,2008). En el video 2 se puede ver el uso de esta terapia en un paciente.
Video 2. A través de un dispositivo externo, se calibra la fuerza de la señal eléctrica necesaria para contrarrestar el parkinsonismo. The NeuroMedical Center Clinic. (16 de abril de 2015). Amazing DBS Before & After | 225-769-2200 | Baton Rouge Parkinson's Specialists. Recuperado el 12 de noviembre de 2017 de https://www.youtube.com/watch?v=wZZ4Vf3HinA
Terapia génica.
El último tipo de tratamiento que se discutirá es la terapia génica. Con este tratamiento, lo que se busca es introducir los genes sanos necesarios que se encuentran mutados en el paciente para que se produzcan las proteínas y otras moléculas necesarias para llevar a cabo los procesos sin ningún problema. (Hickey y Stacy, 2011). Esto se hace a través de un virus al cual se le elimina la capacidad de provocar una enfermedad que lleva el material genético necesario para los genes sanos. Cuando el virus interactúa con las células, le pasan este nuevo material genético y se comienzan a producir las moléculas correctas. Esto conlleva mucha investigación, pero se están realizando los esfuerzos para hacerla una terapia accesible (Kordower, 2015).
Conclusión
El Parkinson es una enfermedad extremadamente compleja por sus características fisiológicas que llevan a un diagnóstico bastante difícil y un tratamiento que debe de ser enfocada para cada caso específico. Las investigaciones que se han hecho son muchas y gracias a eso se ha podido explicar varias características de la enfermedad. Sin embargo, queda mucho por conocer para poder asegurar que la medicina personalizada evite e incluso regenere el daño que causa la enfermedad. La importancia de un diagnóstico temprano y un tratamiento efectivo aumenta debido a la creciente incidencia en la población. Sin embargo, la sociedad debe de también comprender la importancia de esta enfermedad, eliminar los prejuicios hacia los enfermos y saber que puede ocurrir por diversas razones y desde muy joven.
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