Oloc TEASER | Page 11

1 DESPERTARES Oloc se levantó y empezó a andar con aires de grandeza, como un monarca al pasar revista a la guardia real en el patio de un fastuoso palacio. Su rostro esbozaba una ligera sonrisa, algo estúpida, poco hecha: una mueca de tonto. Unas horas antes, había sufrido un brote psicótico y, en aplicación del artículo décimo del Protocolo-K2 del manual de referencia en estos casos («Cómo actuar ante un paciente inquieto»), un equipo de enfermeras le había inyectado 500 mg de rotazina, nuevo y exclusivo fármaco antipsicótico de última generación, prometedor por sus menores efectos secundarios extrapiramidales, además de reducir notablemente la cantidad de baba producida por ciertos tics nerviosos-convulsionantes asociados a la toma de las sustancias de esta familia… Durante muchos meses se machacó a la población mundial con un pegadizo spot publicitario acerca de la nueva droga, cuyo estribillo «Ya llegó la cura para la locura, la rotazina, qué bien que cura la locura» llegó a penetrar en el subconsciente de muchas personas que lo iban repitiendo en cualquier momento del día y de la noche. Tras otros tantos artículos y estudios científicos prometedores por aquí y por allá, donde no pocas veces la rotazina fue catalo-