entre él y la humanidad, causada por nuestra maldad. Estas acciones fluyen de su corazón amoroso, que es la esencia de su ser:“ El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor”( 1 Juan 4:8).
Dios expresa su amor al continuar sosteniéndonos, dándonos la libertad para entrar en una relación de confianza y adoración con él, aunque puede que abusemos de esa libertad al rechazar su amor y gracia. Dios permanece fiel a su naturaleza, revelada en Jesucristo, incluso para aquellos que puede que elijan el infierno, eligiendo repudiar y despreciar las bendiciones de la vida, la luz y el amor que Dios tiene para ellos.
Alabado sea Dios que ha expresado su amor de forma suprema enviando a su Hijo, Jesucristo, Dios verdadero de Dios verdadero, para lograr la victoria total sobre el mal y reconciliar consigo mismo en amor a toda la humanidad:“ Así manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados”( 1 Juan 4:9-10). †
MUJERES DE LA BIBLIA
Rebeca( amable) debe haber sido como su nombre indica, una muchacha amable. Era mujer de hogar, ama de casa. En sus años jóvenes era, sin duda, hermosa, una doncella oriental, sencilla y sin ostentación. La conocemos por cómo recibió a Eliezer en el pozo, y cómo estuvo dispuesta a acompañar al siervo a Canaán sin haber visto a Isaac. Aunque procedía de una familia de reputación, no tenía miedo de ensuciarse las manos. Ella misma iba a buscar agua en una vasija; ayudó a preparar la comida, y proveyó para los camellos de Eliezer. Dejó la tierra idólatra de Arán en favor de las tiendas de Abraham. Según Romanos 9:12, recibió una revelación del Señor, para que asegurara la bendición mesiánica para su hijo predilecto, Jacob. Este tipo de mujer
( Génesis 24,15-67)
recatada, esencialmente femenina, puede recurrir a toda clase de astucia para conseguir sus propósitos. No es orgullosa o altanera, y quizá por ello tiende a arreglar las cosas a su manera. Así vemos que en el asunto de la bendición patriarcal de Isaac, Rebeca no le habla a su marido directamente del carácter desviado de Esaú, y hace de todo para que bendiga como primogénito a Jacob. Rebeca dejó de lado a Esaú y se dedicó como madre casi exclusivamente a Jacob. Esto lo pagará luego cuando Esaú traiga a la casa a dos esposas paganas( hititas), que acabarían degradándolo completamente. De Esaú descendió el pueblo de Edom, siempre en conflicto con Israel, hasta Herodes( que era idumeo), que se enfrentó a Jesús, burlándose de él. †
Odisea Cristiana | Noviembre 2016 5