Odisea Cristiana Noviembre 2016 | Page 10

Don. Hemos mencionado ya que el propósito de una señal en la acción de Dios es señalarnos a la realidad. Piensa en las señales de las autovías indicando la dirección a una gran ciudad, digamos por ejemplo a Chicago. Algunas están lejos y señalando al sur. Otras están más cerca y señalando al este. No hay límite en el número y posición de las señales dirigiéndote. Pero si están bien y claras, cada una señala la dirección para llegar a la ciudad de Chicago. Nadie confunde las señales con la realidad, la ciudad misma. Pero eso no les resta importancia. Si no has estado nunca en Chicago y no sabes el camino, las señales precisas son útiles para encontrar el destino. Ahora piensa en que sucede cuando llegas a la ciudad, y quizás incluso al centro de ella. Te alegras de las señales y de que fuesen lo suficientemente precisas para llevarte a la ciudad. Pero una vez que estás allí, ya no tienen importancia. La ciudad en sí misma, con sus rascacielos, sus parques, sus museos y el lago al frente, exceden con mucho a cualquier cosa que esas señales pudieran posiblemente indicar sobre su verdadera grandeza. Y considera, ¿de qué te sirven posteriormente esas señales? De poco, si de algo en forma alguna. Su objetivo era llevarte a la ciudad. Una vez allí, no tienen más uso, incluso aunque permanezcas agradecido por ellas. Ahora imagina a alguien desconcertado en el centro de la ciudad y exigiéndote que le muestres una señal que indicara el camino a Chicago. Si no reconocía que estaba ya en la ciudad, ¿le ayudaría la señal? O supón 10 que él se quejara diciendo que posiblemente no estaba en Chicago, ya que no vio ninguna señal en el camino que fuese parecida a nada de lo que le rodeaba ahora. Pensando que la ciudad sería muy parecida a las señales que le indicaron el camino, Chicago sería como un inmenso panel, quizás con letras gigantes y luces iluminándolas, mostrando con brillo glorioso el nombre “CHICAGO”. Si eso era lo que él esperaba, ¿cómo le responderías? ¿No estarías un poco exasperado? Cuando llegas a tu destino, las señales ya no tienen importancia, porque su objetivo era llevarte a tu destino. Una vez allí, no tienen más uso, aunque estés agradecido por ellas. Si en realidad produjeses algo similar a lo que él esperaba, señalando en alguna dirección, ¿tendría algún uso? De hecho, si él siguiese la dirección de la flecha incluso en una señal impresionante que produjeses para él, ¿dónde le llevaría? ¿Hacia Chicago? No. Cuando has llegado al centro de la ciudad, una flecha que señalara en cualquier dirección te alejaría y eventualmente te llevaría fuera de la ciudad. En realidad esa señal ¡te confundiría! Pero aquellas otras señales que estaban todavía fuera de la ciudad serían muy útiles una vez más. Siguen siendo permanentemente útiles para aquellos que no han llegado todavía a la ciudad. Pero tienen muy Comunión de Gracia Internacional | comuniondegracia.org