cuando Cristo estaba con ellos porque estaban muy cerca de Dios( aunque ellos mismos no captaban cuan cerca). Pero Cristo dijo que llegaría el tiempo en que Él les sería quitado“ y entonces ayunarán”( Mateo 9:14- 15). ¿ Con qué propósito? Como lo he estado explicando: Para acercarse a Dios y mantenerse cerca de Él, para entender y aceptar SU voluntad.
Cuando Ester decidió ayunar y pidió que Mardoqueo y su pueblo ayunaran con ella NO era para convencer a Dios de que les concediera lo que esperaban. Ella entendió la voluntad de Dios para ella – que pusiera su confianza en Él – y se sometió a Su voluntad( sin importar qué fuera), ¡ y puso su vida de por medio!“ Y Ester les dijo que respondieran a Mardoqueo:‘ Ve, reúne a todos los judíos que se encuentran en Susa y ayunen por mí; no coman ni beban por tres días, ni de noche ni de día. También yo y mis doncellas ayunaremos. Y así iré al rey, lo cual no es conforme a la ley; y si perezco, que perezca.’”( Ester 4:15-16)
Cuando Moisés ayunó cuarenta días y habló con Dios en el monte Sinaí su cercanía a Dios hizo resplandecer su rostro:“ Y Moisés estuvo allí con el Señor cuarenta días y cuarenta noches. No comió pan ni bebió agua. Y escribió en las tablas las palabras del pacto, los Diez Mandamientos. Cuando Moisés descendía del Monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, al descender del monte, Moisés no sabía que la piel de su rostro resplandecía por haber hablado con Dios.”( Éxodo 34:28-29)
Bueno, no tienes que aspirar a ayunar tanto tiempo o que tu rostro resplandezca, pero sí necesitas acercarte a Dios(¡ todos lo necesitamos!). Y su presencia será cada vez más evidente en tu vida conforme te acercas más a Él.
Y unas palabras de advertencia: Hay una separación muy frágil entre pensar, por ejemplo,“¡ Qué hambre tengo!”,“ Se me antoja un refresco” o“¡ No me puedo perder ese partido!” y pensar“ Mi comida es hacer la voluntad de Dios”,“ Cuando soy débil entonces soy fuerte” o“¡ Mi alma tiene sed de Ti!”. El impulso a desistir puede ser extremadamente fuerte. Ruega a Dios que el impulso a perseverar sea más fuerte – seguramente Dios responderá esa oración tarde o temprano.
Así que te exhorto a que dejes que los momentos de crisis en tu vida quebranten tu corazón y que el Espíritu Santo te conceda sentir el deseo de ayunar, y que ayunes cuando puedas y como puedas, pero solo si realmente lo deseas – que tarde o temprano lo desearás mientras sigas buscando“ el Reino de Dios y su justicia”, y experimentarás en tu vida el deleite del ayuno.“ He aquí, Yo estoy a la puerta y llamo; si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo”( Apocalipsis 3:20). Amén. †
Este artículo es el tercero y último de una serie acerca del ayuno.
Wilfrido González vive en Tijuana, México, es pastor de las congregaciones de la Comunión de Gracia Internacional en Mexicali y Tijuana.
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