nº 1 -Boletín Oficial FEDDF 5 - BOLETIN FEDDF enero 2016 | Page 33

BOLETÍN FEDDF muchísima información por sus manos. Del asesino no se halló pista alguna que permitiera identificarlo. Fabián desconfió desde el primer momento de ese hombre, por su marcado acento italiano y porque no tenía pinta de turista. Tampoco le sonaba a Fabián que Pietro tuviera ningún familiar. Él lo sabría. Seguro. Fabián- Le aseguro que no tengo la más mínima idea de dónde para Pietro. Le ruego me dispense. Tengo mucho trabajo. Pietro- Tía, con la descripción que te he dado de ese tipo, ¿estás convencida de que se trata de mi padre? Herminia- Encaja perfectamente con la persona que me has descrito. Pero te voy a facilitar una pista definitiva. Cuando estuvimos juntos nos hicimos los dos un mismo tatuaje. Ambos en idéntico lugar. En esa época, Pietro, no era habitual tatuarse. Este detalle puede ser determinante. Herminia corrió la blusa que llevaba puesta, dejando desnudo el espacio entre su cuello y la clavícula izquierda. Pietro observó una frase: "AMORE SENZA LIMITI" Capítulo Segundo. Fabián- ¿Pietro? Si conozco a Pietro aquí en Valderas. Pero hace tiempo que no lo veo. Ni a él ni a su tía. No tengo ni idea a dónde pueden haber ido. Desconocido- Le repito que soy un familiar suyo y tengo mucho interés por verlo. He estado en su casa en tres ocasiones durante toda esta semana, pero allí no hay nadie. A Fabián le vino a la cabeza el cadáver en casa de Pietro. Los comentarios de la policía que desconfiaban de que su muerte fuera fortuita. ¿Había ido a robar? Cuando lo encontraron no hallaron nada entre su ropa, ni en los bolsillos había nada más que una cartera con mucho dinero y sin identificación alguna. Pero, ¿quién le mató? ¿por qué motivo no se llevaron el dinero que llevaba el fallecido? ¿qué hacían el fallecido y su asesino en casa de Pietro? La policía descubrió que era un tipo italiano por la procedencia de la ropa que llevaba puesta. Y Fabián sabía que las autoridades de Italia sabían perfectamente quien era, pero no quisieron comunicarlo a la Guardia Civil española. Lo sabía porque chafardeó la correspondencia entre la guardia civil y el alcalde de Valderas. No en vano pasaba Fabián observó por el rabillo del ojo cómo el desconocido abandonaba la oficina de correos. De pronto se le ocurrió una idea. Tenía que ir a echar un vistazo disimuladamente a la casa de Pietro. Ese individuo le había dicho que había llamado tres veces sin que nadie respondiera. Sabía que no había nadie en la casa. No porque Pietro se lo hubiera comunicado, sino porque fue a llevarle correspondencia en varias ocasiones, intrigado por el hecho de que Pietro no acudiera a la oficina de correos. No había dejado de acudir nunca, una vez a la semana, a recoger su correo. Las cartas que llevaba Fabián eran básicamente para tía Herminia. No tenían más importancia, ya que eran los típicos sobres del banco y uno de propaganda de una óptica. Pero si que aprovechó para asegurarse de que estaban ausentes. Llevaban tiempo fuera de Valderas, porque las impecables flores del jardín de tía Herminia se estaban marchitando por falta de riego. Cuando cerró la oficina de correos Fabián se acercó a casa de Pietro. Observó extrañado que una de las ventanas laterales estaba abierta de par en par. Insólito, ya que cuando estuvo hace unos cuantos días no estaba así. Ese detalle no le hubiera pasado inadvertido. Se acercó hasta la ventana y miró al interior de la casa. Quedó atónito. Estaba todo revuelto. Mobiliario tirado, cajones de la vitrina del salón abiertos y echados al suelo de cualquier manera. Todo de patas arriba. Pietro y tía Herminia eran gente muy ordenada. Sobre todo ésta última que tenía su casa y su jardín siempre impecable. Tenía que ir a denunciarlo a la Guardia Civil. Capítulo Tercero. Tía Herminia y Pietro estaban en un hotel en Barcelona. Querían estar alejados por un tiempo de Valderas. Y Barcelona era lo suficientemente grande como para pasar desapercibidos. Eran unos interesados turistas por el arte de Gaudí. Difícilmente si nada decían a nadie, descubrirían su paradero. Además se habían inscrito en el hotel con otros nombres. Pietro ya había conseguido documentación hacía un tiempo, a través de un tratante de arte que le había 33