nº 1 -Boletín Oficial FEDDF 4 - BOLETIN FEDDF OCTUBRE 2015 | Page 16
BOLETÍN ELECTRÓNICO “FEDDF” PASIÓN POR EL DEPORTE
Estos factores a cuidar son:
No tener mucho calor o mucho frío:
mantener temperatura similar.
La hora del día: cuidado con los bio-ritmos
personales.
El estrés.
La ropa apretada: ojo con déficits de
sensibilidad.
Las infecciones y espasmos de la vejiga.
El ciclo menstrual (para las mujeres).
Ciertas posiciones del cuerpo.
Nuevas heridas o úlceras en la piel.
Hemorroides.
Estar muy cansado o no dormir lo suficiente.
El fisioterapeuta puede mejorar la espasticidad en
el deportista desarrollando un sistema de trabajo
para la mejora de la amplitud de movimiento, con
el objetivo evitar que sus músculos se acorten o se
pongan más tensos.
El médico o personal de enfermería también ha de
intervenir colocando férulas en algunas
articulaciones, y recetando fármacos que regulen
la espasticidad para que la rigidez no impida o
dificulte en gran medida el rendimiento deportivo.
Los principios activos más comunes son:
Baclofeno (Lioresal)
Dantroleno (Dantrium)
Diazepam (Valium)
Tizanidina (Zanaflex)
El técnico/entrenador junto al fisioterapeuta
pueden analizar los patrones de espasticidad, en
relación con el gesto deportivo, para determinar si
es necesario inhibirlos o controlarlos en función de
las necesidades del rendimiento deportivo.
Es importante controlar las reacciones de
espasticidad
(tanto
cuantitativa
como
cualitativamente) en beneficio del rendimiento
deportivo, ya que supone la mejora general del
estado de salud, como consecuencia de un mejor
control del tono muscular (dentro de unos
límites), y la evolución positiva en el concepto de
funcionalidad del deportista.