BOLETÍN ELECTRÓNICO “FEDDF” PASIÓN POR EL DEPORTE
POR JUAN GIL ESPINOSA
Siguiendo el recorrido por los diversos deportes que con-
forman nuestra federación, presentamos hoy a nuestros
lectores el deporte de moda en nuestra sociedad: el pádel.
Incluido en la FEDDF desde hace muy poco tiempo, el pádel
en silla de ruedas se ha mostrado como un deporte en alza.
Es un juego que atrae por sus características y por las opor-
tunidades que ofrece a los usuarios. De una parte, la multi-
tud de espacios de juego disponibles a lo largo y ancho del
país y, de otra, su fácil y rápido inicio al divertimiento de-
portivo y social. Así, pueden participar todo tipo de perso-
nas: casi cualquier discapacidad, casi cualquier edad... Ade-
más, las adaptaciones necesarias para que las pistas exis-
tentes puedan ser empleadas en la práctica del pádel adap-
tado son mínimas, lo que favorece la accesibilidad de los
jugadores en silla de rueda a las instalaciones y pistas. En
este último caso, la pista adaptada deberá contar con dos
accesos de ancho de 1.05 metros como mínimo.
Las dimensiones del campo, las características de los cerra-
mientos laterales y traseros y el pavimento… son iguales a
los utilizados en el pádel “a pie”.
El equipamiento deportivo incluye: la pala o raqueta, de
iguales características a las del pádel tradicional (debe ir
sujeta a la muñeca con su cordón correspondiente, sin po-
der cambiar la pala de mano para ejecutar los golpes), la
pelota (debe ser de color blanco o amarillo) y, obviamente,
la silla de ruedas.
Esta silla de ruedas, de tipología similar a las utilizadas en
tenis adaptado, se fabrica atendiendo a las características
de cada jugador en tamaño, peso y discapacidad, teniendo,
por ello, un elevado coste económico. Sus ruedas laterales
(ruedas grandes) están inclinadas para evitar, en la medida
de lo posible, el vuelco, además, cuenta con una o dos rue-
das traseras pequeñas “quitamiedos” que estabilizan la
silla, permitiendo al deportista manejarla a gran velocidad,
con rápidos giros y haciendo remates sin miedo a sufrir
caídas. La silla de ruedas se considera, a efectos de regla-
mento de juego, parte del jugador. Si es necesario su ajuste
o reparación durante el partido, el tiempo puede ser sus-
pendido como máximo 10 minutos.
El jugador está ligado a la silla, no está permitido al depor-
tista perder el contacto con la misma, por lo que se em-
plean sujeciones con cintas o cinturones, evitando así posi-
bles caídas. Los pies estarán igualmente sujetos para impe-
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