nº 1 -Boletín Oficial FEDDF 10 - BOLETÍN FEDDF - ABRIL 2017 | Page 6
BOLETÍN ELECTRÓNICO “FEDDF” PASIÓN POR EL DEPORTE
que sería un tema monográfico para
esta publicación, pero sí diré algunas
cuestiones, desde mi experiencia
personal y profesional.
Aún queda un camino largo para
considerar que las personas con
diversidad
funcional
puedan
compartir un espectáculo desde
zonas que no sean la primera grada.
Quizás, si aspiramos a considerar
que una persona con movilidad
reducida también puede ser
merecedora de estar en el palco de
autoridades y aplicamos esa opción
al diseño de un graderío, podamos
obtener edificios con espectadores
más inclusivos ya que, ni la
normativa actual habla de inclusión,
sino
de
condiciones
para
determinados colectivos, que se
cumplen más fácil si optamos por
espacios residuales o muy acotados
y sólo por éstos.
la percepción de lo importante. Si
disfrutan del trayecto del High Line,
en un momento determinado,
podrán encontrarse un auditorio al
aire libre en el que todo el mundo
podrá elegir, si lo que quiere es la
primera o la última fila, mirar el
paisaje o estar con más personas,
casi casi, como si lo único
importante fuera olvidarse de todo
lo demás y disfrutar de un simple
paseo. Un auténtico lujo cada vez
más caro para determinadas
personas. Un fuerte abrazo a todos.
¿Qué pasa en los cines o en los
estadios de fútbol actuales? Salvo
honrosas excepciones, la regla
general es que el espectador en silla
de ruedas se queda abajo, con la
pantalla de cine en las cejas o con la
perspectiva “menos buena” dentro
de un campo de fútbol normal ¿Se
cumple la ley? Por supuesto, sí se
cumple ¿Existe inclusión? No, no la
hay.
Hace algunos años, visité Nueva
York. Existe una zona rehabilitada,
que ocupa la llamada High Line, que
recomiendo que visiten, incluso las
personas con algún tipo de
diversidad funcional. Allí existe uno
de los pocos ejemplos que me
permitieron volver a confiar en la
arquitectura para ayudar a cambiar
6