nº 1 -Boletín Oficial FEDDF 10 - BOLETÍN FEDDF - ABRIL 2017 | Page 14
BOLETÍN ELECTRÓNICO “FEDDF” PASIÓN POR EL DEPORTE
POR JOSÉ ANTONIO BARRIOS
Fisioterapeuta
Todas las personas tienen
tejidos
susceptibles
de
lesionarse
por
debilidad
intrínseca
o
factores
biomecánicos. Sin corrección, el
riesgo
de
lesión
crónica es elevado
porque en todos los
deportes se producen
movimientos
específicos repetitivos.
El
dolor
suele
desaparecer cuando se
abandona la actividad,
pero reaparece cada
vez que se reanuda.
De forma general, la
gran mayoría de las
lesiones que son atribuidas a la
práctica de ciertos deportes son
en realidad la consecuencia de
la
repetición
de
gestos
deportivos inadecuados. Con el
desarrollo adquirido por las
ciencias del deporte y la
fisioterapia, estos problemas
son previsibles y evitables (al
menos en parte).
La lesión deportiva puede
aparecer como resultado de dos
situaciones:
En la primera, existe un hecho
traumático puntual: un objeto o
el mismo cuerpo humano hace
de objeto por la velocidad que
desarrolla, chocando con otro
cuerpo, con el suelo o con otro
objeto. Esa es la lesión aguda,
accidental, donde la colisión o
el choque vencen la resistencia
de los tejidos. A pesar de que
los tejidos estén adaptados a
ese esfuerzo, la lesión es mucho
mayor
por
la
velocidad
desarrollada hasta el impacto.
En un segundo caso, la lesión
crónica,
aparece
por
la
repetición
de
un
gesto
deportivo de mala calidad o
inapropiado que, sumado en el
tiempo, va produciendo un
microtraumatismo, que llega a
vencer la resistencia del tejido
como si fuera el gran impacto
del choque de la lesión aguda.
La correcta denominación de
este daño es "lesión por
sobrecarga", porque la carga de
trabajo fue mayor a la que es
capaz de soportar un tejido
determinado, llámese tendón,
ligamento,
músculo
o
articulación,
componentes
todos
ellos del
aparato
locomotor.
Las diferencias entre estas dos
categorías
de
lesiones
deportivas son importantes. En
la lesión aguda, se produce una
rotura instantánea porque la
fuerza es mayor que la
resistencia del tejido. En
cambio, en la lesión
crónica el dolor aparece
de forma progresiva y sin
haber
hecho
aparentemente
nada
fuera de lugar, pero
después
de
haber
realizado
el
gesto
deportivo
de
forma
errónea o en situación
inadecuada demasiadas
veces. Si sumamos estas
acciones
en
el
tiempo,
equivalen a una gran fuerza
resultante, que va ocasionando
la alteración de un tejido.
Las patologías con el sufijo
"itis",
es
decir,
las
inflamaciones, constituyen las
lesiones más corrientes. En el
entorno del deporte es muy
común hablar de tendinitis,
miositis, bursitis, periostitis, etc.
Aunque suelen tener mejor
pronóstico, no le permiten al
deportista
desarrollar
su
rendimiento máximo. Estas
lesiones pueden aparecer por
factores predisponentes de su
estructura corporal o por
factores
externos,
como
superficies de juego, elementos
deportivos
inadecuados
o
esfuerzos superiores a las
capacidades de la persona.
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