Cabrera- Zwenger- D’Agnillo- Rodriguez
No son conscientes en absoluto del grado de importancia que estas tienen por lo que no
accionan a favor de la defensa de sus derechos ante la ley.
Además, se naturaliza a las violaciones ya que cuando las personas víctimas se acercan ante
las instituciones estatales para denunciar la violación de sus derechos, no son tomados en
cuenta ya que en muchos casos la propia policía es la que esta incriminada y les quita así
toda esperanza de justicia o fin de la violación. En las violaciones domesticas (entre otras
cosas), el Estado se mantiene indiferente y muestra su inacción.
(…)A la noche, luego de que la feria abre al público, alguno de los buses que traen
compradores de todas partes del país se convierten en burdeles improvisados. Dentro de
los buses vacíos que esperan a los compradores, las adolescentes intercambian favores
sexuales- sobre todo sexo oral (“petes”), de acuerdo con varios testimonios- por dinero.
Según los vecinos los choferes de larga distancia (y, también según los vecinos, algunos
policías que patrullan la zona) son los principales clientes de las adolescentes.”
“Repetidamente escuchamos historias de violencia doméstica en las que se menciona que
fue imposible encontrar a la policía (“la policía siempre llega tarde, después que te violan,
después que te cagan a palos…vienen a recoger el cadáver o a coserte si es que te
violaron”) (…) Dependiendo del tipo de delito y de las partes involucradas, la aplicación
de la ley puede ser ágil o parsimoniosa, alerta o negligente." 2
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Testimonio de uno de los vecinos de Arquitecto Tucci sobre la policía encargada de “cuidarlos”, obtenido
del libro “ La violencia en los márgenes”
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