ENFERMEDADES CARDIOVAS-
CULARES
El consumo de tabaco es uno de los principales factores de riesgo de morbilidad y
mortalidad por cardiopatía isquémica, siendo el responsable del 30% de todas las
cardiopatías coronarias. El riesgo aumenta con la cantidad de cigarrillos consumi-
dos. Al abandonar el tabaco disminuye el riego de morir por cardiopatía coronaria,
de manera que a los 10 años el riesgo es muy similar a los no fumadores(8,9). Se-
guir fumando después de un episodio de infarto agudo es predictor de mal pronósti-
co, aumentando la probabilidad de infarto en 4 veces respecto a los que dejan de
fumar. El tabaco también se asocia con el desarrollo y progresión de enfermedad
vascular periférica. La tromboangeítis obliterante, enfermedad que afecta a los pe-
queños vasos, aparece de forma casi exclusiva en fumadores, y la única manera de
prevenir la amputación es dejando de fumar. El tabaquismo favorece también la
aparición de accidentes cerebrovasculares, llegando a ser el riesgo 4 veces superior
respecto a los no fumadores, con una clara relación dosis-respuesta y una disminu-
ción del riesgo al abandonar el tabaco.