Naruto
45
tele, llamaron a la puerta, fue a abrir y cuando volvió se en-
contró un trozo de techo sobre el sillón. Yo no viviría dentro
de un piso afectado por aluminosis que no reciba inspecciones
periódicas».
¿Quién paga las inspecciones?
¿Quién se hace cargo de la enfermedad?
¿Cuánto vale una vida?
«Efectuados los derrumbes, vuelve Aznar», coge al vuelo este
reportero la frase del periodista Enric Juliana (España en el di-
ván) en su videocomentario «El teclista de Pink Floyd».
La antigua militante del PSUC y miembro destacado de Inicia-
tiva per Catalunya-Verds-Esquerra Unida i Alternativa Eulàlia
Vintró (Barcelona, 1945) no se acuerda de haber inventado
nada, y mucho menos el término aluminosis.
«No soy consciente de eso», intenta hacer memoria.
En 1990, cuando se cayó el edificio de Turó de la Peira,
Eulàlia Vintró era teniente de alcalde y ocupaba el área de Be-
nestar Social.
«Fuimos inmediatamente a la zona con el alcalde [Pasqual
Maragall]. Recuerdo que me impactó mucho ver aquellos pi-
sos tan pequeños con columnas de hierro que los aguantaban
de pie. Era difícil incluso entrar dentro. Durante semanas los
vecinos vivieron en estas condiciones, hasta que se derribaron
los bloques, pero el miedo estaba ahí», rememora la antigua
edil Eulàlia Vintró, que vive en la plaza Pep Ventura, en las
faldas del Tibidabo, rodeada de porcelanas, libros griegos (Hi-
pócrates) y detalles modernistas (el funicular de Vallvidrera
conduce a la antigua área de verano de la burguesía catalana,
que se hizo construir torres profusamente decoradas con cene-
fas y florituras).