46
Jesús Martínez
En su portal, la placa: «Edificio protegido con sistema de
seguridad electrónico y circuito cerrado de televisión».
Dientes finos y ordenada en el trabajo, Vintró desconocía
completamente qué era la aluminosis. A toro pasado, todo es
más fácil: «Era un tipo de cemento que se utilizó mucho du-
rante el boom de la construcción, para levantar barrios que
daban cobijo a los emigrantes».
Después de lo que ocurrió en Turó de la Peira, se empezaron
a divulgar otras patologías en las edificaciones, como la carbo-
natosis y otras; afectaban a los distritos pudientes, como Sarrià-
Sant Gervasi, y a los distritos populares, como Nou Barris.
Contextualiza: «Siempre era lo mismo: los constructores
hacían trampa. No ponían los ingredientes de buena calidad,
sino que mezclaban. Coincidió esa época de los sesenta y seten-
ta con el aceite de colza. La idea, la misma: mezclar elementos
diversos para economizar. Con la colza hubo muchos muertos.
La aluminosis se concentró, sobre todo, en áreas populares».
El alcalde de Barcelona Pasqual Maragall (1982-1997) cogió
las riendas, no se echó atrás, aunque el Ajuntament no tenía
la responsabilidad directa. Se creó un programa para que las
personas pudieran alojarse en hoteles, protocolo que se siguió
cuando se hundió el edificio del número 12 de la calle Calafell,
en El Carmel, el 25 de enero del 2005.
Eulàlia Vintró, que dedicaba los jueves a patear los barrios
(«la mejor manera de tener información es tener tu propia mi-
rada»), dejó los cargos municipales en 1999.
Como catedrática de Filología Griega, volvió a la Universi-
tat de Barcelona.
Como amante de los antiguos pensadores («Tucídides i el
pensament polític»), podría detallar la complejidad del mundo
de hoy con un juego de fichas de dominó dispuestas en círculo,
golpes y contragolpes: