Según “Psicología del Mexicano” (2012), “el mexicano se caracteriza por la magnitud de su cultura”, y es muy cierto, los mexicanos tienen una manera única de ver al mundo, han erigido pirámides en honor a sus dioses, cantan al amor y desamor con sus mariachis y marimbas, honran a sus muertos y los reciben jubilosamente una vez al año.
Pintan coloridos murales que celebran hechos históricos para no olvidarlos, tejen canastos y huipiles y cuentan historias en papel amate. La sangre del mexicano lleva alegría y dolor, vida y muerte, danza y folclor, así como una fuerza inquebrantable.
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