Por Ana Isabel Rivera González
El 7 de octubre del pasado año el artista plástico queretano, Abel García Salinas presentó en las galerías confesionales del CEART su exposición titulada “El espíritu de las sencillas y pequeñas cosas”. Un conjunto de detalladas obras de arte adornaron el espacio que se le otorgó al artista.
Abel García Salinas regresó a la ciudad que lo vio desarrollarse como pintor reconocido internacionalmente para exponer sus cuadros. Ya sea acuarela u óleo sobre tela, el artista logra expresar de una manera hiperrealista las fachadas de casas, aldabones y retablos de iglesias por todo el mundo. Desde casas en La Habana, Cuba y Londres hasta aldabones de puertas queretanas, García Salinas logra que cada obra parezca más una fotografía que una pintura. Solamente acercándose a la pintura, se logran ver los finos y perfectos trazos y líneas que deja el pincel.
Cada obra tiene espíritu propio. Cada mínimo detalle está ahí. Cuando la gente pasa a observarlos, se quedan impactado sal notar, muy de cerca, las suaves pinceladas que confirman que no es una fotografía. La pasión de Abel García Salinas por los detalles se puede apreciar en el sumo cuidado con el que realiza cada pintura. Se expuso incluso una pintura de un aldabón con las marcas de que anteriormente había una estampa pegada ahí. Abel García pinta cada detalle de los objetos tal y como son.
Varias de las obras que ahí estuvieron ya han sido presentadas en otras exposiciones del artista plástico e incluso en su libro Opus Liber Unus. Viejas y nuevas pinturas logran un contraste de cómo el artista ha ido cambiando sus enfoques, pero nunca el estilo o el cuidado con el que se realizan. Todos los cuadros expuestos tienen la misma calidad impecable que hacen del queretano el representante del arte mexicano en otros países. Ha representado a México en convenciones de óleo y acuarela y también ha sido premiado por su impactante manejo de las técnicas.
Abel García Salinas es un pintor perfeccionista y con una gran pasión por su trabajo al punto que todos los asistentes de la inauguración de la exposición lo felicitaron por demostrar, una vez más, el amor que le tiene a esta ciudad, a su trabajo y a las pequeñas cosas que lo inspiran a seguir siendo el pintor realista más pulcro.
El espíritu de las sencillas y pequeñas cosas