México en la Piel Noviembre 2016 | Page 16

A nadie le gusta ver perros en las calles de la ciudad.

Esto puede ser por dos razones:

¿Eres un amante de los animales y te causa aflicción el hecho de verlos abandonados y sin amor por ahí? ¿No te gustan los perros y no te agradan esos "seres rabiosos y sucios" en estado de calle? ¿Lo ves? Por una razón u otra, a los seres humanos no nos es agradable ver a "nuestro mejor amigo" abandonado. Este es un problema real, y está creciendo.

Hay que tomar en cuenta que un perro adulto tiene la mentalidad de un pequeño de siete años, y que un perro que es arrojado a la calle tiene una esperanza de vida de tan solo dos semanas ya que la mayoría mueren atropellados o por falta de alimento. Al estar a la intemperie, estas criaturas tienen que lidiar con diversos problemas tales como:

-hambre: es triste que aunque su naturaleza sea cazar, los hemos domesticado hasta tal punto que dependen de nosotros para tener una alimentación buena y completa.

-falta de refugio: estos perros, en su mayoría, no tienen un techo bajo el cual dormir o pasar la noche.

-clima: quedan expuestos al mal tiempo; a la deriva del frío, de la lluvia y otros inconvenientes climáticos.

-falta de amor: todos necesitamos amor. Incluso los perros necesitan sentirse amados. Estos no tienen alguien que los cuide, acaricie, alimente o ame.

-vulnerabilidad: aparte de ser vulnerables ante todos estos problemas, los perros que viven en la calle quedan expuestos a abusos, maltratos y otras atrocidades por parte de los humanos crueles u otros animales.

México ocupa el primer lugar de los países de Latinoamérica en cantidad de perros en estado callejero. Según el último censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), hay 18 millones de caninos en estado de abandono. Esta cifra representa el 70% de la población nacional de perros.

¿Las Causas?

Ningún perro aparece en la calle por arte de magia. Todos los que vemos ahí, han llegado a donde están por dos opciones:

Son hijos de otros perros callejeros y han vivido en esa situación toda su vida. O Fueron echados a la calle, pero conocen lo que es tener un hogar. Estos segundos perros, en algún momento pertenecieron a una familia. Hay seres humanos irresponsables que no piensan en el perro al momento de adoptarlo o comprarlo; que actúan guiados por el impulso de "adquirir un compañero". La mayoría lo toma como un juguete que regalar a sus hijos en las fiestas decembrinas, y no contemplan que al llevar a una mascota a casa, están llevando una vida, una boca más que alimentar, un ser más que cuidar.