Método filosófico, problema y tesis Trabajo 3 unidad 2 seminario filosófico 1 | Page 12
vida, lo cual probaría que no valoramos sólo el placer o, en términos más generales, la cara
subjetiva de nuestra experiencia” (Garreta 2012 pp. 304-305).
Al analizar el artículo de Garreta podemos notar la vinculación que él hace con la lógica.
Citando a Norton, Garreta expresa que el éxito de un experimento mental depende de su
forma lógica donde desde una serie de premisas y por medio de un razonamiento inductivo
o deductivo, se arriba a una conclusión final. Para Norton los experimentos mentales siempre
ser apropiadamente reconstruidos como argumentos deductivos e inductivos.
No podemos negar que los experimentos mentales están estrechamente vinculados con los
razonamientos deductivos e inductivos, pero nos faltaría una pregunta: ¿cuál es su
vinculación con la abducción? González Navarro, M. (2009) escribe que el razonamiento
abductivo consiste en el proceso por medio del cual se hace uso de una conjetura o hipótesis
explicativa que se transforma en una argumentación. De esta manera, los experimentos
mentales no se podrían aplicar a los razonamientos abductivos; contrario, el razonamiento
construido sobre la base de una inferencia abductiva muestra algo que simplemente podría
ser, esto es, que probablemente podría ser, por este motivo considero que si la inferencia
abductiva es una probabilidad no se puede sustentar desde un argumento ilustrado
imaginariamente. No tendría consistencia una probabilidad desde un suceso imaginario, más
bien se tendría que buscar una evidencia concreta. Es más fácil los experimentos desde los
razonamientos inductivos-deductivos porque se basan desde los hechos a la conclusión,
otorgando un argumento más comprensible.
Mientras que en la deducción y la inducción a través de dos premisas concretas se llega a una
conclusión, la abducción construye una hipótesis para luego argumentarlas con las premisas;
si las premisas en la abducción se concentran en argumentar la hipótesis el experimento
mental no podría sostener las hipótesis, sólo estarían reservadas para las premisas completas.
A lo que me refiero es a un pensamiento propio donde trato de desvincular los experimentos
mentales con los razonamientos abductivos.
Podemos resumir que los experimentos mentales son dispositivos totalmente válidos para ser
aplicados como argumentos en los debates filosóficos; que éstos nos pueden servir tanto de
forma destructiva como constructiva, dependiendo de la forma de argumento que vayamos a
hacer, defensa o crítica de inconsistencias. Que no podemos comparar los “ejemplo” con los