MásRecreista20174taEdición 4 | Page 24

La historieta ha sido un género que ha perdurado a través de la historia, convirtiéndose en uno de los más practicados actualmente, bien conocemos a la empresa Marvel. Pues bien, el Centro de Educación el Recreo no se queda atrás: poco a poco sus estudiantes han utilizado este fenómeno como medio de expresión e incluso con fines didácticos. Muestra de ello son los estudiantes Samuel Torres de y Santiago de grado séptimo y octavo respectivamente, quienes nos platicaron un poco sobre su talento.

Tanto para Samuel como para Santiago la historieta puede tener grandes influencias en la sociedad, pues es gracias a ella que estos artistas dan a conocer sus sentimientos y críticas hacia el mundo; Santiago, incluso, afirma que podría ser aplicada al conocimiento académico como un recurso pedagógico que facilitaría la comprensión de los temas. Estos conocimientos pueden ser adquiridos de manera empírica como es el caso de Santiago, quien cataloga su proceso de evolución como tardío, pero que con dedicación ha logrado lo que es hoy en día; o por medio de cursos como Samuel, que le permitieron afianzar su talento. La trama, según Torres, debe contener aspectos tanto ficticios como reales para que así no se torne rutinario, pero siga siendo en parte verídico y las personas se sientan identificadas. En el caso de Santiago, sus historietas manejan una temática ficticia pero se fundamentan en problemas de la actualidad. De esta manera, estos pioneros utilizan elementos imaginarios para hacer referencia a aspectos reales sobre los cuales tienen inconformidades.

Al final, Santiago y Samuel coinciden que este género puede tener un gran aporte para la sociedad ya que nos revela ambas caras de una misma moneda, y no solo aquello que los medios de comunicación nos muestran y venden. Por lo tanto, la historieta nos brinda una oportunidad para el análisis crítico y libre de aquello que nos rodea, sin importar las máscaras que lo escondan o las fieras que les asechen.

Dibujamos el progreso

Marcela Arellano y María José Perez