“Estudia, entre otras cosas, y triunfarás”. Eso significaría para muchos la razón por la que asisten a clases seis días a la semana de 7:00 de mañana a 3:00 de la tarde, con menos de dos horas para “descansar” y, aproximadamente, ocho horas de trabajo en que los ojos, despiertos, deben llevar imágenes y los oídos sonidos conectados hacia el cerebro, donde las ideas se funden en una sopa de conocimientos que luego debemos, muy jocosamente, calentar en poco tiempo. Entonces serían 10, 15 e incluso 20 preguntas esperando a ser resueltas.
Como estas, otras situaciones pueden causar a
un estudiante recreista – consciente de sus
responsabilidades y persistente en
sus metas- situaciones de “estrés” por los
resultados de tanto esfuerzo. Es por
ello que resulta necesaria la
intervención extracurricular de ciertos
eventos o actividades que complementen
esa labor lucrativa de los estudiantes, desde
un dinamismo diverso en formas,
por ejemplo, artísticas.
Movimiento recresita