media inferior, para terminar formando los compactos
haces circulares del cérvix. Read explica que los músculos longitudinales y los circulares forman un par que
debe funcionar de manera sincronizada: cuando unos
están contraídos los otros se distienden y viceversa,
y pone varios ejemplos, como el del bíceps y el tríceps de nuestros brazos: cuando doblamos el brazo
el tríceps se contrae el bíceps se distiende, y cuando
estiramos el brazo, sucede lo contrario; continuamente movemos el brazo y nuestros músculos funcionan
a la par, sin producir dolor, a menos que alguno sufra
alguna 'contractura' que lo impida; pone también el
ejemplo de la vejiga urinaria, que tiene una anatomía
muscular aparentemente similar a la del útero: los ha-
Figura 1 Distribución de las fibras
musculares longitudinales y circulares
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