para albergar a la criatura según va creciendo, fuerte
para apretar las fibras musculares del cuello y aguantar
10 ó 12 kilos de peso contra la fuerza de la gravedad,
y flexible para la total relajación, distensión y apertura
de la salida. Y todo esto con un dispositivo de cierre
y apertura en el que participa un sistema neuroendocrino y neuromuscular, el cual a su vez depende de la
sexualidad de la mujer. Juan Merelo-Barberá10 decía
que este dispositivo no es otra cosa que el orgasmo y
el proceso de excitación previa, y que el orgasmo fue
el invento evolutivo para accionar la apertura del útero.
El objeto de este librito no es otro que entender en
concreto esta afirmación.
Según G.D.Read, que estudió también con detenimiento el sistema neuromuscular del útero11, éste tiene
tres capas de fibras musculares: las longitudinales, las
circulares y las intermedias (ver Figura 1). Las intermedias, que forman la capa media de la pared de la
bolsa uterina, son haces muy apretados que rodean,
en forma de ochos y de espirales, los vasos sanguíneos que suministran el oxígeno a las células y retiran
los productos de desecho; son un dispositivo previsto para acompañar el intenso trabajo de los músculos
uterinos durante el parto; Read asegura que esta actividad muscular para aumentar el flujo sanguíneo es
importantísima para la fisiología del parto (por ejemplo,
es sabido que algunos deportistas se transfunden bolsas de sangre para incrementar su rendimiento).
Los haces circulares, como puede observarse en la
Figura 1, son escasos en la parte superior de la bolsa
uterina y se van haciendo más seguidos hacia la parte
10 JUA MERELO BARBERA Parirás con placer. Kairós, Barcelona
1980.
11 Revelation of childbirth.
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