IV. Desarrollo del proyecto
S
e propone la creación de un colectivo con
fines artísticos y de sanación: Mujeres
Lunares. El colectivo buscará lograr los objeti-
vos del proyecto por medio de arte terapia, así
como sesiones grupales y personales en las que
las mujeres podrán hablar con libertad sobre sus
experiencias.
Para ello, el proyecto se dividirá en tres
fases. Inicialmente, se realizará una investi-
gación, en la que, por medio de la observación
y la lectura, las integrantes del colectivo se
preparen académica, psicológica y físicamente
para tratar el tema de la manera más profesional.
Posteriormente, se llevará a cabo el proceso de
creación de redes, que irá acompañado de una
campaña de difusión del colectivo y de los
talleres catárticos que se realizan. La tercera
etapa se enfocará en crear espacios personales de
catarsis para las mujeres que así lo deseen.
Todo lo anterior, se acompañará de un
primer proyecto artístico, que servirá también
como estrategia de comunicación y concien-
tización. En este, se expondrán los rostros de
diversas mujeres que hayan sufrido abuso, como
manera de confrontación ante una audiencia que
probablemente solo identifique la violencia con
un sector muy reducido de la población.
Identidad del colectivo
El logo del colectivo representa dos símbolos
de la feminidad. El símbolo preponderante es
el Vesica piscis, entendido como la ‘matriz del
universo’.
Para algunas civilizaciones antiguas, esta
figura representaba el vientre de la Diosa Madre,
siendo así la representación de la creación.
También representa una dualidad y cómo en su
centro, se unen los dos opuestos para crear un
equilibrio.
El rombo del centro simboliza la vagina.
Según Naomi Wolf, en el territorio actualmente
ocupado por Irak, se representaba la vulva de la
diosa Inanna con un barco: “el barco del cielo”
y se hablaba de los regalos que “brotaban de su
vientre”. Por ello, se opta por un rombo como
representación de este barco de la mitología sume-
ria.
Ambas figuras se utilizan para generar una
sensación de equilibrio, y a la vez, para expresar la
redondez del cuerpo femenino y la diferencia en
sus formas.
Además, como el nombre del colectivo lo
indica, se crea una relación con las diferentes fases
de la luna y los efectos que pueden llegar a tener
en el cuerpo y el psique femeninos.