Por Luis Alberto Toro Ojeda (Integrante del Frente Bicentenario de
Campesinos del estado Trujillo, Venezuela. Integrante del PSUV)
La batalla
de los
p ueblos
Verdaderas batallas
campales se libran en las
calles de Latinoamérica en-
tre los pueblos y los orga-
nismos represivos que pro-
tegen los intereses de los
capitalistas del mundo.
Unos gobiernos entregados
a los intereses de las
trasnacionales chocan con-
tra la consciencia popular
que se lanza a la calle en
protestas multitudinarias. En
toda esta batalla los medios
de difusión de ideas asumen
posición. La mediática capi-
talista supera en capacidad
tecnológica a las redes po-
pulares, sin embargo, la
verdad tarde o temprano
sale a relucir imponiéndose
claramente.
Se puede decir que hay
buenos augurios porque
son los pueblos los princi-
pales protagonistas de las
revoluciones y éstos asumen
la vanguardia en la batalla;
son los pueblos en su con-
junto que empujan los pro-
fundos cambios sociales.
La base teórica de la re -
volución bolivariana parte
de las raíces más profundan
de nuestra cultura de lucha
y batalla. Es por ello que
modestamente desde Vene -
zuela podemos aportar mu-
cho a la batalla que estos
pueblos libran.
En este orden de ideas
lo principal es retomar el
poder político en estos paí-
ses y avanzar. Perú, Colom-
bia, Brasil, P araguay,
Honduras, Guatemala ,
etc.
No es posible sino des -
de el gobierno hacer los
profundos cambios que re-
quieren nuestras socieda-
des, desencadenarlos,
motorizarlos.
La esencia central del
planteamiento revoluciona-
rio bolivariano está en la
delegación del poder al
pueblo. Nuestro comandan-
te Chávez aportó el tema
del socialismo territorial, la
democracia participativa y
protagónica. ¡El pueblo
como sujeto principal de los
cambios! «No es posible su-
perar la pobreza sin darle
poder a los pobres», nos
decía Chávez.
Ha llegado la hora pues,
de un Correa y su heroico
camarada Jorge Glass, re-
sistiendo en la prisión, pre-
so del traidor Moreno, en
Ecuador; la derrota de Ma-
cri en Argentina. Perú ten-
drá algún día que salir
de ese marasmo en que
se encuentra ya que la
pelea se plantea entre la
derecha contra la dere-
cha, pero no se ven opcio-
nes claras desde el ámbito
revolucionario, aunque el
pueblo está allí y en cual-
quier momento llegará la
hora allí.,
Colombia no puede
seguir por mucho tiempo
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en manos del narcotrá-
fico, además de ser de he -
cho una colonia gringa
sometida por nueve ba-
ses militares y convertida
en base de operaciones
contra la revolución
bolivariana, está en manos
del narcotráfico y el parami-
litarismo, ambos fenómenos
propios de los momentos
extremos de la derecha...
Y Brasil ¡Algún día, más
temprano que tarde, brota-
rá de nuevo la esperanza
popular que representó
Lula!.
Por lo pronto, la batalla
está bonita, se perfila un
nuevo renacer en Latino -
américa, un renacer po -
pular, revolucionario y
humanista que ojalá ten-
ga el tema del poder políti-
co como eje central de la
concreción e irreversibilidad
de estos procesos sociopo-
líticos.
Diremos como el Che,
«el presente es de lucha,
el futuro nos pertenece»
Piñera y Vizcarra,
presidentes de Chile y Perú