Carlos Custer
«Apuntes de
una vida»
«Lo que tenemos que
hacer es convocar a la uni-
dad de los movimientos po-
pulares y progresistas, por-
que hay que cambiar la re-
lación de fuerzas. No pue-
de ser que el 5% de la so-
ciedad termine decidiendo
a espaldas del 95%. ¿Por
qué pasa eso? Porque ese
95% tiene enormes dificul-
tades para juntar sus pro-
pias fuerzas. Entonces, el
único camino de los traba-
jadores es organizarse so-
cialmente, sindicalmente,
culturalmente, y tener ex-
presión política que pueda
cambiar esta relación de
fuerzas».
Así ve la actualidad este
dirigente estudiantil secun-
dario, delegado sindical,
miembro fundador de la
CGT de los Argentinos y de
la CLATE, referente de ATE
durante la recuperación del
gremio en 1984, diputado
nacional, embajador argen-
tino en el Vaticano. Los ci-
tados, son algunos de los
pergaminos que ostenta
nuestro querido compañe-
ro Carlos Custer y que se
encuentran en «Apuntes de
una vida», libro escrito jun-
to al periodista Marcelo Pa-
redes, y que fue presenta-
do recientemente en la Sala
Julio Cortázar de la Feria del
Libro. A través de las pági-
nas de Apuntes de una vida,
aparecen situaciones que
involucran a personajes
como Yasser Arafat, Rai-
mundo Ongaro, Juan Pablo
II, Lula da Silva, Lech Wa-
lessa, Germán Abdala, Víc-
tor De Gennaro, y Juan Do-
mingo Perón.
«Ongaro había estado
con Perón y no le había ido
muy bien. Entonces le digo:
perdone General, quiero
Presentación
de la obra
en la Feria
del Libro
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hablarle de un temita y es-
toy muy comprometido con
la CGT de los Argentinos.
Usted sabe del liderazgo y
la credibilidad que tiene
Ongaro en un momento en
que hay un sindicalismo
bastante participacionista. Y
Perón me responde: ‘yo le
tengo mucho aprecio a
Ongaro y creo que la CGTA
cumplió un rol muy impor-
tante’. Cuando dijo ‘cum-
plió’ me di cuenta que algo
cambiaba. Entonces en un
anotador trazó una raya,
hizo un redondel grande y
dijo: «este es el poder mili-
tar con apoyatura política y
financiera internacional». Y
del otro lado de la raya
marcó a todos los que se
oponen a ese poder: sindi-
calistas, juventudes, acadé-
micos, empresarios, parti-
dos menores. Ahí me dice:
«la estrategia es que noso-
tros tenemos que juntar todo
eso, porque a un poder se
le gana con igual o más po-
der. Y Ongaro me rompe los
puentes con todos. No le
gusta uno porque es conser-
vador, el otro por un motivo
aquel otro por otro. En vez
de ayudarme me rompe los
puntes. Y, usted sabe Custer,
los buenos somos pocos».