Movimiento Pedagógico N°55 | Page 25

para dirigirle una carta de agradecimiento por su labor. Por otro lado, cuando abordamos el esquema de organización de los instrumentos de una orquesta sinfónica, los niños y niñas propusieron recrear en un acto público la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar. Escribiendo al Maestro Abreu y a Gustavo Dudamel En esta oportunidad, partiendo de la motivación de los y las estudiantes por las sorprendentes historias de estos dos personajes y del interés que manifestaron para escribirles cartas, planifiqué una clase de Lenguaje sobre los diferentes tipos de textos, entre los que se encontraban los textos epistolares. La situación de aprendizaje comenzó cuando les pregunté si habían escrito alguna vez una carta, poniéndole como ejemplo la carta al niño Jesús, lo cual desde el inicio les permitió establecer vínculos con sus experiencias personales. Seguidamente, los invité a conversar sobre las diferencias entre las cartas y los mensajes que se envían por correo electrónico o celular. ¡No es lo mismo, maestro! – dijo, con voz fuerte y desde uno de los pupitres de atrás, el niño Douglas. A ver, Douglas, y ¿por qué tú dices que no es lo mismo? – pregunté curioso. Bueno, maestro, porque para escribir una carta se necesita lápiz y papel y para escribir un mensaje por correo o teléfono, no -replicó Douglas un poco creído. Cierto –le indiqué-, ajá, muy bien, les pregunto ahora a todos: cuándo ustedes se escriben esas cositas bonitas en los papelitos ―te quiero‖, ―te amo‖, ―eres bonita o bonito‖ y ―dame el empate. ¡Ja, ja, ja, ja, ja, maestro! -exclamaro