MIGRACIÓN
TODO el día una línea y otra línea,
un escuadrón de plumas,
un navío
palpitaba en el aire,
atravesaba
el pequeño infinito
de la ventana desde donde busco,
interrogo, trabajo, acecho, aguardo.
La torre de la arena
y el espacio marino
se unen allí, resuelven
el canto, el movimiento.
Encima se abre el cielo.
Entonces así fue: rectas, agudas,
palpitantes, pasaron
hacia dónde? Hacia el Norte, hacia el
Oeste,
hacia la claridad,
hacía la estrella,
hacia el peñón de soledad y sal
donde el mar desbarata sus relojes.
Equipo Redactor:
Luisa María Idárraga Giraldo - Sebastián Toro Raigosa
Estudiantes de último semestre de la
Licenciatura en Comunicación e Informática Educativas
Asesorado por:
Martha Lucía Izquierdo Barrera
Facultad de Ciencias de la Educación
Maestría en Migraciones Internacionales
Era un ángulo de aves
dirigidas
aquella latitud de hierro y nieve
que avanzaba
sin tregua
en su camino rectilíneo:
era la devorante rectitud
de una flecha evidente,
los números del cielo que viajaban
a procrear formados
por imperioso amor y geometría.
Yo me empeñé en mirar hasta perder
los ojos y no he visto
sino el orden del vuelo,
la multitud del ala contra el viento:
vi la serenidad multiplicada
por aquel hemisferio transparente
cruzado por la oscura decisión
de aquellas aves en el firmamento.
PABLO NERUDA
Esta revista es producto de la formación en Ciclos Propedéuticos.