MOTEO Nº9 MOTEO Nº9 | Page 28

28 REPORTAJE E l año 2018 acabó con Lucas en un buen estado, tanto de forma como en pista, con una última prueba en Jerez en la que las cosas fueron bien y Lucas demostró un buen ritmo, una buena sintonía con la moto después de un duro año en el que las cosas no acabaron de salir del todo bien. Unos meses después, en el mismo escenario, el Circuito de Jerez – Ángel Nieto, marcaba un antes y un después en la carrera deportiva de Lucas de Ulacia y, sobre todo, en su vida. La última curva del trazado gaditano se convirtió en un punto negro en el que el piloto madrileño sufrió una brutal caída. Su Kawasaki ZX-10RR llegó a esa curva con las pastillas de freno delanteras separadas del disco debido a una salvaje sacudida producida pocos metros antes. En el momento de frenar, Lucas no pudo parar la moto de manera normal y esos metros de frenada perdidos supusieron que la escapatoria en la curva 13, una escapatoria corta ya de por sí que además se vio reducida al asfaltar un buen puñado de metros, fuese del todo insuficiente. Entrar a toda velocidad en la grava fue un enorme problema, pero el problema mayor fue que a muy pocos metros se encontraba el muro. Ese mismo muro fue el que detuvo en seco a Lucas y fue el que hizo que el piloto quedase inmóvil frente a su moto, que décimas de segundo después se empotró contra Lucas haciendo que su cabeza se doblase más allá del límite capaz de soportar por sus vértebras. En ese momento, la vida de Lucas quedó pendiente de un hilo en forma de médula, una médula que no se seccionó. Dos de sus vértebras quedaron machacadas y hechas añicos, originando una gravísima lesión que obligó a los médicos a realizar diversas operaciones críticas y que mantuvo a Lucas en la UCI del Hospital de Cádiz más de un mes. Una vez pasado ese tiempo, cuando su vida ya no corría peligro, comenzó esa competición en la que De Ulacia a sus 24 años sigue inmerso y en la que tendrá que seguir luchando mucho tiempo todavía. En ese punto, el piloto del Kawasaki Palmeto PL Racing Team fue trasladado al Hospital Nacional de Parapléjicos, en Toledo. Allí fue donde Lucas tuvo que comenzar a trabajar duramente en su recuperación. También fue donde Lucas comenzó a demostrar su fortaleza y su determinación, convirtiéndose en un ejemplo de superación. Lo primero con lo que tuvo que luchar Lucas a su llegada a Toledo fue con una infección que le mantuvo apartado del trabajo durante unos días. Una vez superada, comenzó el trabajo y lo hizo de manera intensiva. Con un pronóstico difícil pero siempre con una actitud positiva, De Ulacia planteó su tratamiento diario como si de una competición contra su estado fuese. Su incapacidad de mover las piernas y la gran dificultad para mover sus brazos y sobre todo manos se convirtió en su rival, su rival a batir. Y el único medio para intentar batir a ese rival era el trabajo constante y duro. Para poder mejorar todo lo posible, De Ulacia afrontó su estancia en el Hospital de Parapléjicos de Toledo como si de una sucesión de jornadas laborales se tratase. Cuando el resto paraban para descansar, Lucas continuaba con su ejercicio físico, dedicando horas y horas a actividades que le llevasen a recuperar primero el movimiento de los brazos y posteriormente, la capacidad de utilizar las manos y los dedos con la mayor precisión posible. En ese estado, poder comer de manera autónoma ya es todo un reto, cuanto menos poder hacer otras actividades más complejas. Así, fueron pasando primero las semanas y luego los meses con una continua evolución. En algunos momentos más rápida y notoria, en otros más sutil y menos perceptible, pero siempre muy buscada y trabajada, conseguida con mucho esfuerzo del propio Lucas y de todos los profesionales que trabajan mano a mano con él. “Querer mejorar me lleva a trabajar mucho” es la manera en la que el propio Lucas resume la situación de la mejor manera. De nueve de la mañana a dos de la tarde y de cuatro a ocho llegan una sucesión de actividades en las que se buscan diferentes objetivos, desde ganar fuerza hasta ganar sensibilidad con distintos tratamientos. Por la tarde, la misma rutina para conseguir ser