y fines; en cambio, en las entidades federativas están
conformados de la siguiente manera:
distribución del presupuesto se hiciera al menos
considerando la proporción de la población
femenina, otra cosa sería. El auténtico compromiso
con las mujeres se demuestra con el presupuesto y
colocando el tema en el centro de las prioridades del
estado y del gobierno.
Por ello, debe valorarse como un importante avance
para el país que en Morelos se haya decidido elevar al
Instituto de la Mujer como órgano autónomo
constitucional con personalidad jurídica y patrimonio
propio, responsable de garantizar y establecer las
políticas y acciones que propicien y faciliten la plena
incorporación de las mujeres en la vida económica,
política, cultural y social del estado.
Apenas siete 2 (22%) de los 32 MAMs tienen el rango
de Secretaría de Estado, uno es Consejo 3, 24 son
institutos, pero sólo uno, el de Morelos tiene rango
constitucional como órgano autónomo.
El hecho de que sean Secretarías, no les da certeza
jurídica de permanecer en la estructura del
gobierno, sobre todo cuando son las primeras en
sacrificarse por “austerirdad”, “reestructuración” o
simplemente porque ya no se consideran útiles o
una prioridad para el gobierno. Así pasó en Coahuila,
que desapareció la Secretaría y volvió a la anterior
figura de Instituto, contraviniendo el principio
constitucional de progresividad en materia de
derechos humanos.
Por primera vez en México, la instancia responsable
de la política de Igualdad en el estado, tiene rango
constitucional, el mayor nivel jerárquico deseado si
tenemos en cuenta las deudas históricas que como
sociedad y gobierno tenemos con las mujeres.
Los desafíos que enfrentan los MAMs no sólo están
en el terreno de lo normativo, sino también en el
presupuestal, ya que no siempre se les dotan los
recursos suficientes para atender a más de la mitad
de la población que son las mujeres. Si la
Bien por Morelos, bien por sus mujeres. Es un ejemplo
que debe replicarse en todo el país.
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