Momentos: Impotencia Momentos_3 (1)-compressed | Page 2

PÁGINA 2 | MOMENTOS | SORTEM IMPOTENCIA La muerte es uno de los grandes tabúes en los tiempos que corren, aunque no ha sido siempre así. Los escritos del antropólogo americano Douglas durante su residencia en el País Vasco en los años sesenta demuestran que la actitud hacia la muerte en pueblos como Murélaga o Echalar era muy abierta y aceptada.   En sus obras habla de los ritos funerarios de dichos pueblos y de cómo la noticia de que alguien en el pueblo estaba a punto de morir o de que ya lo hubiera hecho se difundía con más rapidez que un incendió. El sacristán del barrio del difunto sonaba las campanas varias veces al día, con sus características especiales en caso de que el difunto fuera hombre o mujer. También nos transmite que cuando el párroco acudía a casa del difunto a lavar su cuerpo con agua bendita varios niños de la aldea, quienes, aunque no fueran cercanos al difunto conocían las noticias, acompañaban a éste hasta la casa y presenciaban el rito en vivo y en directo.   Hace no tanto tiempo, el contacto con la enfermedad y la muerte era mucho mayor, más directo y presente que ahora.   La manera en la que abordamos la muerte hoy día es muy diferente. En pueblos pequeños de algunos lugares de nuestra geografía todavía se vive la muerte de alguien de la aldea como algo más cercano y sabido, aunque el contacto con el cadáver es bastante menor. Sin embargo, en pueblos un poquito más grandes, por no hablar de las ciudades, el contacto es mínimo.   La combinación de la falta de conocimiento sobre la materia junto con el hecho del