PÁGINA 3 | MOMENTOS | SORTEM
MUCHAS FAMILIAS QUE
DECIDEN, DE MANERA
CONSCIENTE O
INCONSCIENTE, VIVIR SU
VIDA COMO SI LA
MUERTE NO ESTUVIERA
OCURRIENDO.
fallecimiento es un asunto que por lo general se
tiende a evitar y ha convertido a la muerte en un
gran ogro, amplificado por miedos y fantasías
que nunca se llegan a verificar hasta que
sucede.
Esto tiene grandes implicaciones para el mundo
funerario. De la misma forma que sucede con
cualquier tipo de viaje, cuando uno no ha
preparado las maletas se encuentra en su lugar
de destino sin el equipaje adecuado para hacerle
frente.
Son muchas las familias que deciden, de manera
consciente o inconsciente, vivir su vida como si
la muerte no estuviera ocurriendo. Una de las
trágicas consecuencias que esto puede acarrear
es el hecho de que no haya un sentimiento de
urgencia sobre la finitud e inminencia del fin de
la vida de una persona y, por consiguiente, del
fin de su familia con ella.
El funerario se encuentra a menudo con familias
que no han hecho preparativos, que no han
acordado detalles de cómo quieren hacer las
cosas, con divisiones de opinión, con riñas del
pasado y con dinámicas que han caracterizado la
convivencia de la familia. Sin embargo, esta vez
ocurre un hecho que multiplica todo le
mencionado de manera exponencial: la urgencia
pasa de cero a cien en un solo instante.
Aquí es donde muchas veces comienza la
confusión para el profesional funerario. Si
trasladáramos la situación a cualquier otro
sector, por un momento, podríamos observar con